Muchas tradiciones diferentes están conectadas con cables al último camino de personas muertas. Algunos de ellos no tienen nada que ver con el cristianismo, otros son completamente ortodoxos y aceptables para la cultura ortodoxa.
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A menudo, antes del entierro, surge la pregunta de si dejar en la tumba la imagen sagrada del Señor o de la Virgen. Algunas personas afirman categóricamente que esto no se puede hacer. Sin embargo, la tradición ortodoxa atribuye enterrar a una persona con un icono. En los tiempos modernos, todos los conjuntos funerarios contienen pequeñas imágenes sagradas funerarias. Antes de la revolución de 1917 en Rusia no había supersticiones relacionadas con el hecho de que una persona no debía ser enterrada con un icono. ¿De dónde vino una señal funeraria no cristiana?
La práctica de prohibir el entierro de una persona con un icono se origina en la Rusia posrevolucionaria, cuando los creyentes fueron oprimidos por las autoridades. La historia atestigua el hecho de que muchas iglesias fueron cerradas, el clero fue remitido a prisión después de 1917. Además, los creyentes comunes podrían ser acosados por las autoridades ateas. Por ejemplo, si una persona guardaba íconos en casa, entonces caía bajo el escrutinio de los gobernantes soviéticos de la ciudad. Se incautaron y quemaron íconos de creyentes. Todo esto condujo a la desaparición de muchas imágenes sagradas en los apartamentos y casas de los creyentes. Los íconos que lograron preservarse fueron ocultos por los creyentes, como lo atestigua la antigua práctica de cerrar la esquina roja de la casa con cortinas.
Cuando una persona fue escoltada al último viaje en la época soviética, no había íconos en la tumba. Hay dos razones para esto. El primero fue una falta física de imágenes sagradas. Muchos creyentes en la casa tenían solo unos pocos íconos. La segunda razón era el miedo a los creyentes frente a las autoridades soviéticas, porque los funerales según la tradición ortodoxa podrían resultar muy desastrosos para los familiares. Fueron estas razones las que llevaron a la gente en la época soviética a enterrar a los muertos sin íconos.
En la Rusia moderna, cuando las autoridades no oprimen a los creyentes por profesar la fe, y se libera una gran cantidad de íconos, los ortodoxos regresan gradualmente a las tradiciones cristianas históricas. Ahora están enterrados nuevamente con iconos, como era antes en la Rusia ortodoxa. Sin embargo, incluso en la sociedad moderna, pueden producirse ecos de la práctica soviética. Esto se refleja en algunas justificaciones místicas para la prohibición de dejar el icono en la tumba del difunto. Una persona ortodoxa debe recordar que esta es una superstición que no está relacionada con la cultura ortodoxa.