La biografía de Handel indica que era un hombre de gran fuerza interior y convicción. Como dijo Bernard Shaw sobre él: "Puedes despreciar a cualquiera y cualquier cosa, pero eres incapaz de contradecir a Handel". Según el dramaturgo, incluso los ateos empedernidos se quedaron sin palabras al sonido de su música.
Infancia y adolescencia
Georg Friedrich Handel nació el 23 de febrero de 1685, sus padres vivían en Halle. El padre del futuro compositor era un cirujano barbero, cuya esposa creció en la familia de un sacerdote. El niño comenzó a interesarse por la música desde muy temprano, pero en su primera infancia no se le prestó tanta atención a sus pasatiempos. Los padres creían que esto era solo diversión para niños.
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Inicialmente, el niño fue enviado a una escuela clásica, donde el futuro compositor pudo percibir algunos conceptos musicales de su mentor Pretorius. Siendo un verdadero conocedor de la música, él mismo compuso óperas para la escuela. Entre los primeros maestros de Handel se encontraba el organista Christian Ritter, que le dio lecciones al niño sobre el clavicordio, y el director de la banda de la corte, David Poole, quien a menudo visitaba la casa.
El talento del joven Handel fue apreciado después de una reunión casual con el duque Johann Adolf, y el destino del niño inmediatamente comenzó a cambiar dramáticamente. Un gran admirador del arte musical, al escuchar una maravillosa improvisación, persuadió al padre de Handel para que le diera a su hijo una educación adecuada. Como resultado, Georg se convirtió en uno de los estudiantes del organista y compositor Friedrich Zachau, quien era muy famoso en Galle. Durante tres años estudió escritura musical y también dominó las habilidades de tocar libremente varios instrumentos: dominó el violín, el oboe y el clavicordio.
Comienzo de la carrera de compositor.
En 1702, Handel ingresó en la Universidad de Gall, y pronto recibió el nombramiento de un organista en la catedral galo calvinista. Gracias a esto, el joven, cuyo padre había muerto para entonces, pudo ganarse la vida y encontró un techo sobre su cabeza. Al mismo tiempo, Handel enseñó teoría y canto en un gimnasio protestante.
Un año después, el joven compositor decide mudarse a Hamburgo, donde se encontraba el único teatro de ópera en Alemania (la ciudad incluso se llamaba la "Venecia alemana"). Un modelo a seguir para Handel era el director de la orquesta de teatro Reinhard Kaiser. Handel, quien se unió a la banda como violinista y clavecín, compartió la opinión de que es preferible usar el italiano en las óperas. En Hamburgo, Handel crea sus primeras obras: la ópera Almira, Nero, Daphne y Florindo.
En 1706, Georg Handel, por invitación del gran Príncipe de Toscana, Ferdinando de Medici, llegó a Italia. Después de pasar unos tres años en el país, escribió el famoso "Dixit Dominus", que se basa en las palabras de 110 salmos, así como en los oratorios "La resurrezione" e "Il trionfo del tempo". El compositor se está volviendo popular en Italia, el público percibe sus óperas Rodrigo y Agrippina con mucha calidez.