La ortodoxia fue adoptada en 988 por el príncipe ruso Vladimir Svyatoslavovich. Kievan Rus tardó mucho en adoptar el cristianismo y transformarse de un estado pagano a uno ortodoxo. Esto se debió a prerrequisitos económicos, políticos y socioculturales.
En el siglo X, Kievan Rus fue un estado que participó activamente en las relaciones internacionales con los países europeos desarrollados. Para entonces, ya habían sido bautizados y vivían de acuerdo con las reglas civilizadas. Rusia, a sus ojos, parecía un estado bárbaro. El paganismo solo exacerbó esta situación y alejó cada vez más al Estado de una cooperación económica y política rentable. Los soberanos y emperadores europeos no querían comerciar con paganos y celebrar matrimonios dinásticos. Era urgente cambiar la situación actual. Una de las decisiones fue la adopción del cristianismo, es decir, su rama ortodoxa.Otra razón que llevó al príncipe Vladimir a dar este paso fue la fragmentación sociocultural del estado. Se dividió en pequeñas áreas con sus costumbres, cultura, tradiciones, etc. Esto dividió notablemente a la población, y fue en gran medida difícil de manejar. La adopción de una sola religión podría convertirse en ese factor común que une a todos los habitantes de Rusia, y la ortodoxia se adoptó debido a consideraciones ideológicas. Los gobernantes necesitaban un apoyo poderoso, que debía apuntar a fortalecer su significado y la importancia del estado como tal. La dificultad era que el paganismo no podía proporcionar tal apoyo, no "funcionaba" para el estado. Por el contrario, su importancia se redujo a cero. La ortodoxia declara que Dios le otorga poder al soberano y que el gobernante es la persona que representa a la deidad en la tierra, lo que significa que todas sus acciones deben ser percibidas como excepcionalmente verdaderas. La princesa Olga, quien dio el primer paso hacia la adopción del cristianismo en Rusia, bautizado en la principal iglesia bizantina de Hagia Sophia. El propio emperador se convirtió en su padrino. Sin embargo, todos sus intentos de convencer a su hijo Svyatoslav de recibir el bautismo terminaron en fracaso. Era un entusiasta partidario del paganismo. Rusia fue bautizada solo con el nieto de la princesa Olga Vladimir en 988.