En la tradición ortodoxa cristiana, hay varias filas de santidad. Entre todos los santos, se destacan especialmente los jerarcas de la Iglesia, que han trabajado duro para predicar el evangelio y establecer las enseñanzas dogmáticas de la fe cristiana.
![Image Image](https://images.culturehatti.com/img/kultura-i-obshestvo/35/kogo-pravoslavnaya-cerkov-nazivaet-svyatitelyami.jpg)
Santos se refiere a personas santas que han sido vestidas con la más alta dignidad eclesiástica. Así, los santos son obispos, arzobispos, metropolitanos y patriarcas, quienes adquirieron la gracia especial del Espíritu Santo.
Los santos de la Iglesia son conocidos por el mundo cristiano debido no solo a su santa y piadosa vida. Muchas de estas personas poseían el don de la maravilla, la profecía. Algunos santos tenían una brillante educación teológica, otros simplemente no poseían tanto conocimiento de Dios como conocimiento de Dios (tanto como fuera posible). Todas estas personas se hicieron famosas por sus numerosos tratados dogmáticos y moralizantes en los que se basa la fe cristiana.
Entre los principales santos de la Iglesia, se distinguen Vasily the Great, Gregory the Theologian y John Chrysostom. Los santos vivieron en los siglos IV-V. Se les llama los grandes santos y maestros de la Iglesia. Basilio el Grande y Juan Crisóstomo compusieron las liturgias divinas, que todavía se sirven en las iglesias ortodoxas. Los tres son conocidos por sus tratados dogmáticos sobre la Santísima Trinidad y los Dioses de Jesucristo.
Uno de los santos más venerados en el pueblo ruso es San Nicolás de Licia, llamado el Trabajador Milagroso. El santo vivió en el siglo IV. Es conocido por muchos de sus milagros tanto en la vida como después de la muerte. Desde la asunción del santo, muchas personas después de las oraciones a este justo recibieron el cumplimiento de sus peticiones.
Rusia ha otorgado al cristianismo muchos santos. Entre ellos, podemos distinguir a los metropolitanos de Pedro, Alejo y Jonás. Entre los santos del siglo XX, los nuevos mártires se destacan en Rusia. Por ejemplo, el metropolitano Vladimir (Epifanía) de Kiev, el metropolitano Benjamin (Kazan) de Petrogrado, el patriarca de Moscú y toda Rusia Tikhon (Belavin).
Además, todos los obispos ortodoxos de hoy en día pueden llamarse santos. Este nombramiento no se refiere a la santidad personal del hombre (ya que durante su vida pocas personas llaman santos), sino a la grandeza del rango jerárquico. Los Patriarcas de las Iglesias pueden llamarse los Primates.