Solo puede haber una razón para abandonar el monasterio: el deseo de servir a Dios. "Si alguien quiere seguirme, que se rechace a sí mismo, tome su cruz y sígueme", dice Jesús en las Escrituras. Ni el deseo de escapar de los fracasos de la vida, ni las dificultades materiales pueden ser una razón para la partida voluntaria al monasterio.
Manual de instrucciones
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Es importante entender que los monasterios tienen un estatuto bastante estricto que requiere una ejecución incondicional, lo cual no es fácil de seguir. Además, el verdadero servicio requiere una rendición total. Medite bien en las palabras "rendición total", y antes de tomar esta decisión, debe escuchar atentamente sus sentimientos y apreciar la importancia de este paso. Si se sospecha que no es sincero e insuficientemente celoso, el abad (o abadesa, si el monasterio es femenino) puede considerar que no está listo para el servicio.
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Para ir al monasterio, los laicos necesitan recibir la bendición de un padre espiritual. Si eres un cristiano experimentado, asistes regularmente a la iglesia, tienes un padre espiritual durante mucho tiempo y él cree que estás listo para el servicio, entonces será fácil para ti recibirlo. Si está al comienzo del viaje y aún no tiene experiencia religiosa, entonces esto puede llevar algún tiempo. Cuanto más sincera sea tu aspiración, y cuanto más fielmente sigas el consejo de tu padre espiritual, más rápido lo recibirás.
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Hay otra manera No se puede llamar más complicado o más largo; en muchos aspectos, todo depende de las circunstancias. Debes venir al monasterio y pedirle bendiciones al abad (abadesa) para convertirte en trabajador. En la mayoría de los casos, las personas reciben tal bendición, incluso si no son bautizadas o incluso no creyentes. El trabajador participa en el servicio, el resto del tiempo trabaja en el monasterio. No recibe dinero por esto, solo se le proporciona alojamiento y comida, pero si demuestra su sinceridad y celo, puede convertirse en uno de los novicios.