Toda la controversia se desarrolla hoy sobre el tema de los cazadores de perros. Algunos los consideran sádicos y desolladores despiadados. Otros afirman que los luchadores con perros callejeros son verdaderos ayudantes. Los expertos no decidieron su punto de vista. Los cazadores de perros no solo reducen la población de animales, sino que lo hacen con métodos bastante malvados y vivos.
Doghunter en traducción del inglés significa un cazador de perros. Inicialmente, los voluntarios fueron llamados cazadores de perros que realizan diversas actividades para exterminar perros callejeros en las ciudades. Si piensas en el significado, la idea es bastante buena. Después de todo, los animales que aparecen en la calle rápidamente se vuelven salvajes, se ponen en bandadas, se vuelven agresivos y atacan a las personas.
La cantidad de personas mordidas por perros salvajes crece anualmente en un 16.5%. Las autoridades municipales no pueden hacer frente al aumento exponencialmente creciente de las bandadas de perros. Los voluntarios vienen al rescate.
Por qué surgieron disputas
Las disputas sobre los beneficios de los cazadores de perros surgen regularmente, y todo porque los cazadores de perros se han convertido de voluntarios en sádicos.
Después de todo, destruir perros callejeros no es tan difícil. Es suficiente atraparlos y llevarlos a clínicas especiales que brindan dichos servicios. Alternativamente, puede reducir el número de perros callejeros por métodos humanos, por ejemplo, inyectándoles armas especiales con las drogas necesarias.
Sin embargo, los cazadores de perros modernos prefieren otros métodos más jesuitas. Hay casos frecuentes en los que ponen medicina humana, que es un veneno peligroso para los animales, en los alimentos, que es una delicia para los mestizos callejeros. Como resultado, los perros mueren, pero su muerte es dolorosa: estos son envenenamientos severos y problemas con los órganos internos, etc.
Estos métodos de matar perros también afectan a las mascotas. Aquellos perros que recogen un "regalo" y los dueños no tienen tiempo para seguirlo, mueren en una terrible agonía.
Además, los cazadores de perros no limpian los cuerpos de los perros callejeros. Como resultado, los cadáveres yacen en la calle, se descomponen y dañan significativamente el medio ambiente.