A principios de febrero de 2019, se lanzó oficialmente la entrada de Macedonia en la OTAN. En una reunión en Bruselas, los 29 países miembros de la Alianza del Atlántico Norte firmaron un protocolo. Para completar el proceso de Macedonia de unirse al bloque de la OTAN, este documento tendrá que ser ratificado por separado en cada estado. Según los expertos, tomará alrededor de un año resolver todos los trámites.
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Intento de entrada y veto de Grecia
Después del colapso de Yugoslavia, los nuevos estados que se formaron en la Península de los Balcanes tomaron un curso de política exterior, centrados en unirse a la OTAN y la Unión Europea (UE). Entre los primeros en 2004, Rumania y Bulgaria se unieron al bloque político-militar. Luego, en 2009 fue el turno de Croacia y Albania. La entrada de Montenegro ocurrió mucho más tarde, en 2017. Sin embargo, las autoridades macedonias tampoco se quedaron de brazos cruzados durante todos estos años. Su primer intento de formar parte de la OTAN tuvo lugar hace diez años. Entonces Grecia invocó la invitación de Macedonia a la Alianza del Atlántico Norte.
La razón fue una larga disputa entre los dos países con respecto al origen histórico del nombre "Macedonia". Grecia durante muchos años exigió el cambio de nombre de un país vecino debido al hecho de que hay una región similar en su territorio. Según las autoridades griegas, temían la invasión de un estado vecino en sus tierras, por lo que bloquearon la entrada de Macedonia en la OTAN y la UE.
Resolución de conflictos
Durante mucho tiempo, el problema no encontró una solución. Macedonia demandó a Grecia en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, y la corte incluso se puso de su lado. Es cierto que el bloque militar suspendió temporalmente el proceso de aceptar nuevos miembros. Mientras tanto, los líderes de la ONU y la OTAN se unieron para resolver el conflicto. Iniciaron una reunión de representantes de los dos países. A finales de 2017, comenzaron las negociaciones, que ambas partes llamaron exitosas y positivas.
El primer ministro de Macedonia, Zoran Zaev, se dirigió a un cambio en el nombre del país. En junio de 2018, los ministros de Asuntos Exteriores de los dos estados firmaron un acuerdo. Sin embargo, el presidente de Macedonia, George Ivanov, se pronunció en contra de este procedimiento, como se indica en su discurso al pueblo. El gobierno decidió aprobar el acuerdo internacional a través de un referéndum. A finales de septiembre de 2018, se celebró una votación que los opositores a renombrar boicotearon desafiantemente. La participación fue solo del 37% con el umbral requerido del 51%.
En la comisión electoral de Macedonia, el referéndum fue declarado inválido, pero esto no impidió que las autoridades adoptaran enmiendas a la Constitución. De manera tan ilegítima, el estado adquirió un nuevo nombre: el norte de Macedonia. Por cierto, en Grecia, no todos estaban satisfechos con la decisión. Las protestas masivas se extendieron por todo el país, donde la gente expresó temores de que un cambio de nombre tan difícil todavía deje la amenaza de reclamos territoriales.