El momento fundamental para una persona que quiere recibir el bautismo ortodoxo es la fe en un Dios. Esta fe debería implicar al menos conceptos básicos sobre en qué tipo de Dios personal creen las personas ortodoxas. Desafortunadamente, muchos de los que vienen al sacramento del santo bautismo no pueden responder esta pregunta.
Para una persona ortodoxa, la Biblia da una idea clara de exactamente en quién creen los cristianos. El Antiguo y el Nuevo Testamento implican una narración de los antiguos y nuevos pactos entre el hombre y Dios. En el Nuevo Testamento, el creyente revela la verdad sobre quién está en el pleno sentido de Dios.
Para los ortodoxos, Dios es la Santísima Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En la teología ortodoxa, la Trinidad se llama consustancial e inseparable. ¿Qué significa esto?
Los cristianos ortodoxos tienen fe en el único Dios de la Trinidad en las personas. Así, el Padre es la primera Persona de la Santísima Trinidad, el Hijo es la segunda Persona de la Trinidad y el Espíritu Santo es la tercera Persona de la Santísima Trinidad. De lo contrario, las personas se llaman hipóstasis, por lo que puede encontrar el nombre del Dios cristiano, que consiste en el término tripartito. De acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Cristiana Ortodoxa, las tres Personas tienen dignidad divina e igualdad en la grandeza divina entre ellas.
Dios el Padre se reveló al mundo en el Antiguo Testamento. Dios el Hijo encarnado en la tierra al aceptar un cuerpo humano. En los tiempos modernos, nadie duda de la persona histórica de Jesucristo. Para los ortodoxos, Cristo está en el pleno sentido de Dios, quien ha otorgado la salvación a la humanidad. Se trata de la venida al mundo de Cristo Salvador que narran los evangelios. El Espíritu Santo se reveló al mundo en el quincuagésimo día después de la resurrección de Jesucristo. Entonces el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles de Cristo, impartiéndoles la gracia divina. Fue desde el momento del Descenso del Espíritu Santo sobre los apóstoles que comenzó la predicación pública del cristianismo. Por lo tanto, la fiesta de Pentecostés se llama el cumpleaños de la Iglesia.
El misterio del dogma de la Santísima Trinidad está oculto para una comprensión completa de una persona en la medida de las limitaciones del pensamiento humano. El hombre no puede comprender completamente la esencia de Dios. Los ortodoxos siguen creyendo que Dios es uno, pero triple en personas. Es decir, no hay tres dioses diferentes, sino un solo Señor de tres apóstatas.
Cabe señalar que para la persona ortodoxa, la Santísima Trinidad no es solo Dios, que no participa en la vida de las personas. Así, los cristianos perciben a Dios como un Padre amoroso. San Juan Evangelista en su evangelio dice directamente que Dios es amor. Es esta percepción de la deidad la que formó la base de la cosmovisión de la persona ortodoxa. Dios no es solo un magistrado universal, no es solo el Creador del mundo visible e invisible. El Señor para los ortodoxos es un Padre amoroso que está listo para ayudar a todas las necesidades justas de aquellos que recurren a Él con fe.