Theodore Currentzis es exactamente lo contrario de los estrictos directores académicos. Una persona con un carisma brillante y una forma inusual de comunicarse con la orquesta y la sala conquista al ejército de admiradores y atrae a la vida musical incluso a aquellos que originalmente estaban lejos del arte.
Comienzo de una biografía: infancia y juventud.
Theodore nació en Atenas en 1972. Desde muy joven, el niño mostró un talento para la música, lo cual era bastante natural: siempre sonaba en casa. La madre del futuro director de orquesta trabajó como vicerrectora del Conservatorio Ateniense y tocó el piano maravillosamente. Las preocupaciones del hogar desarrollaron el gusto musical de Theo y su hermano menor.
A la edad de 4 años, el futuro director fue enviado a una escuela de música, donde dominó el piano y luego el violín. Por cierto, su hermano también siguió su camino, pero eligió una carrera diferente: se convirtió en compositor.
A los 15 años, Theodore se graduó del conservatorio en la clase de instrumentos de cuerda, pero decidió continuar su educación como director. Como prueba, reunió una pequeña orquesta que interpretaba música de cámara. El propio Currentzis recogió las composiciones para el equipo y se dio cuenta de que era un trabajo que lo cautivó más.
La capacitación continuó en Rusia: un joven talentoso fue admitido en el Conservatorio de San Petersburgo. Theodore luego completó una pasantía en la orquesta de Yuri Temirkanov.
Forma creativa
La carrera de Carentzis se ha desarrollado rápidamente. Después de graduarse, trabajó con el equipo de Vladimir Spivakov, la orquesta. Pyotr Tchaikovsky. Como director invitado, Theodore participó en las producciones de Giuseppe Verdi en uno de los teatros de Moscú. Con nuevas bandas, el joven director realizó una gira en Bulgaria, Estados Unidos y su Grecia natal, en festivales en Colmar, Bangkok, Miami, Londres.
La siguiente etapa importante fue el nombramiento del Teatro Estatal de Ópera y Ballet de Novosibirsk como director principal y director musical. El propio Currentzis considera esta vez el apogeo de su carrera musical. Bajo su liderazgo, se organizaron diversas actuaciones: "Dido y Eneas" Purcell (concierto), "Orfeo y Eurídice" Gluck, "La boda de Figaro" de Mozart, "Don Juan", "Cenicienta" de Rossini. La ópera Aida de Verdi (dir. Chernyakov), en la que Currentzis trabajó como directora de escena, recibió el prestigioso premio de teatro Golden Mask.
Entre los logros personales del director está la creación de Music Aeterna y el coro de cámara New Siberian Singers. Bajo la guía de Currentzis, viajó a muchas ciudades y países, invariablemente causando admiración no solo para los profesionales, sino también para las personas alejadas del arte académico.
En 2011, Currentzis recibió el cargo de director artístico del Perm Opera and Ballet Theatre. Los planes incluyen numerosas giras, viajes a festivales y óperas en varios teatros del mundo. El horario creativo del director está lleno. Al mismo tiempo, es constantemente visitado por nuevas ideas.