El alcoholismo se considera legítimamente un problema en la sociedad rusa. Ninguna empresa anti-alcohol conocida y las medidas restrictivas no han evitado que la gente beba. Las razones por las que una persona bebe pueden ser diferentes.
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Manual de instrucciones
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Existe una llamada predisposición genética, que debe ser especialmente cautelosa con aquellos que tenían personas con adicción al alcohol en su familia. Como regla general, en las familias de alcohólicos hereditarios, los mismos niños crecen, acostumbrados a esto incluso en el útero de la madre.
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El factor social también se superpone por este motivo: en las familias de alcohólicos, donde, por regla general, los bajos ingresos o en aquellas familias que pasan del pan al agua, también hay un gran número de quienes abusan de las bebidas fuertes. Esto se debe a la desesperanza, la incapacidad de obtener una educación y un buen trabajo. La inseguridad social obliga a las personas a "aliviar" el estrés de esta manera.
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También sucede que en las familias donde los padres no beben y hay una cierta riqueza, los niños alcohólicos crecen. Esto puede deberse a una falta de interés en la vida, cuando viven con todo listo y los padres aseguran plenamente su cómoda existencia. Cuando una persona no tiene un estímulo vital, cuando él mismo no tiene que romper su vida, y el éxito está garantizado en cualquier caso, esto también puede causar embriaguez y adicción a las drogas.
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Para muchas personas cuya profesión está asociada con la tensión nerviosa constante, la movilización de todos los recursos físicos y emocionales, el alcohol se convierte en una forma de aliviar esta tensión y relajarse después del trabajo. Por lo general, esta bebida doméstica no va más allá de la familia, pero la salud humana no sufre menos de esto.
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Algunas personas también beben porque una pequeña dosis de alcohol les ayuda a quitarse sus complejos y les permite aumentar su sociabilidad. Tímidos y exprimidos en la vida cotidiana, se convierten en conversadores alegres, habiendo bebido bastante. En aras de esta sensación de ligereza y euforia, beben alcohol.
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Si no se habla de abuso, entonces, en dosis razonables, una buena bebida, ya sea vino o algo más fuerte, puede ser un verdadero placer. Hay una tradición de beber tales bebidas en la mesa, con varios platos. En este caso, una bebida adecuadamente seleccionada, combinada con alimentos, le permite enfatizar y darle un sabor especial a los platos. Una copa de buen vino antes de la cena es un gran aperitivo.