En condiciones en que el mundo está experimentando los efectos de la crisis económica, la lucha entre los trabajadores y los dueños de negocios está aumentando. La mayoría de las veces, cuando defienden sus derechos, los empleados de las empresas utilizan huelgas, es decir, la terminación organizada del trabajo mientras presentan sus demandas a la gerencia. A principios de julio de 2012, una de estas protestas tuvo lugar en Francia.
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El 5 de julio de 2012, la gran mayoría de los periódicos en papel en Francia no se agotaron. Muchas publicaciones se limitaron solo a colocar números electrónicos de periódicos en Internet. La razón de este fracaso fue la huelga de los trabajadores de impresión. Los medios impresos producidos por el grupo Hersant publicaron en los sitios de Internet información que ese día las versiones en papel de los periódicos no aparecerían a la venta debido al inicio de una huelga nacional.
En el sitio web de la World Publishing Association, se informó que el motivo del inicio de la protesta fue el despido masivo de trabajadores de la imprenta. Por ejemplo, más de 600 personas fueron reducidas por Hersant, más de 1, 000 por Presstails, cuya área principal de actividad es la distribución impresa. Los empleados de las empresas, unidos en la Federación de trabajadores de la industria del papel y el libro, hicieron un llamamiento al gobierno, en el que exigieron resolver el problema de los empleos.
Las acciones de los trabajadores de la imprenta fueron condenadas por el National Daily Press Union. La declaración de esta organización señala que los medios impresos se han convertido en rehenes de las imprentas, lo que desestabiliza aún más el mercado laboral en la industria gráfica.
Los casos de huelgas de trabajadores de la imprenta no son infrecuentes en Francia. En octubre de 2011, debido a la protesta, el periódico Le Monde no vio la luz del día, que estaba directamente relacionada con la huelga de trabajadores en una imprenta en un suburbio de París. En ese momento, los empleados de la compañía se opusieron a la transferencia de unidades estructurales de la imprenta a otras áreas.
Al comentar sobre la situación, Gerard Pitokshi, uno de los líderes sindicales, señaló el hecho de que los periódicos en papel han estado vendiendo peor recientemente. Y, sin embargo, la industria puede durar otra década, por lo que debería beneficiarse de esta situación utilizando los próximos años para capacitar a los trabajadores de impresión para nuevas profesiones, y no recortar trabajos sin sentido.