Según una encuesta de la Universidad de Suffolk, alrededor del cuarenta por ciento de los votantes estadounidenses, es decir, 80 millones de residentes adultos del país, no van a participar en las elecciones presidenciales programadas para el 6 de noviembre de 2012.
Según el organizador de la encuesta, si los estadounidenses que no quieren ir a las urnas votaran, la mayoría votaría por el presidente en ejercicio Barack Obama.
Muchos estadounidenses citan su propia apatía política como la razón principal de su renuencia a votar. Por ejemplo, a la pregunta: "¿Quién es el vicepresidente de Estados Unidos ahora?" casi 40 millones de encuestados no pudieron responder. Y solo algunos de ellos recordaron que estas responsabilidades son actualmente realizadas por Joe Biden. Los sociólogos están preocupados por esta situación y la llaman un "fenómeno terrible". Predicen cifras de asistencia a elecciones cercanas a las elecciones presidenciales de 2000.
Además, la insatisfacción con una determinada categoría de residentes estadounidenses es causada por la decisión del candidato presidencial republicano Mitt Romney. Anunció su intención de hacer del congresista Paul Ryan su socio. El 42% de los votantes considera esta opción bastante débil, el 39% aprueba la candidatura de Ryan. El 48% de los encuestados dijo que el congresista, si es necesario, puede tomar el cargo de jefe de estado, y el 29% de los encuestados está convencido de que no puede.
Según los observadores, la candidatura de Ryan estimuló la campaña republicana. Pero un político conocido por ideas radicales en las áreas de gasto social, incluida la atención médica, puede causar el rechazo de algunos votantes.
Según Rosbalt, Mitt Romney presentó la candidatura de Ryan, de 42 años, a los votantes el 11 de agosto de 2012 en Norfolk, Virginia. Al mismo tiempo, el candidato a la vicepresidencia criticó el programa económico de Barack Obama, diciendo que Romney devolverá a Estados Unidos a su antigua grandeza, ya que tiene una amplia experiencia en el campo de la actividad económica: se dedicaba a los negocios, a crear empleos.
Otra razón para la disminución de la participación electoral es el sistema de votación de los Estados Unidos, que es muy arcaico e incómodo. El ganador de la carrera presidencial lo determina el Colegio Electoral. Como resultado, a veces sucedió que el jefe del país era un candidato que no habría ganado la mayoría de los votos en caso de una votación directa.