Los exploradores y los agentes secretos de influencia nunca se escriben en la vida. Además, nunca publican material genuino. Al mismo tiempo, el público curioso tiene la oportunidad de leer y releer novelas emocionantes creadas a partir de hechos reales. La inteligencia del Estado Mayor ruso todavía parece ser un fantasma intangible, aunque los personajes reales se esconden detrás de estos fantasmas. Pavel Anatolyevich Sudoplatov trabajó y luchó en la época soviética. Su heroica actividad sirve como modelo para las generaciones futuras.
Hijo del regimiento
Los acontecimientos que se desarrollaron en el territorio del estado ruso después de la Primera Guerra Mundial y la Revolución de Octubre serán objeto de estudio para historiadores y sociólogos durante mucho tiempo. No todos los héroes de la guerra y los proyectos de construcción a gran escala lograron escribir memorias. Entre los afortunados, por así decirlo, se encuentra el nombre de Pavel Anatolyevich Sudoplatov. Una breve biografía de este hombre está en sí misma "atraída" por una sólida novela de detectives. Un lector reflexivo tiene la oportunidad de reflexionar sobre el material presentado.
Los datos personales de cualquier explorador no siempre corresponden a la realidad. Según los materiales métricos, el futuro explorador y saboteador nació el 20 de julio de 1907 en una familia campesina. Los padres vivían en un pueblo cerca de Melitopol. Mi padre trabajaba como molinero, mi madre se dedicaba a las tareas del hogar. Un niño de uñas jóvenes estaba acostumbrado a trabajar y respetar a los mayores. Pavel creció como un tipo inteligente y observó con sus propios ojos cómo viven los aldeanos, qué valoran y qué objetivos se fijan en la vida.
Paul logró obtener educación primaria en una escuela parroquial. La guerra civil cambió la forma de vida establecida y cada persona tuvo que adaptarse a las nuevas circunstancias. En 1919, cuando era adolescente, Sudoplatov se "quedó" en una de las unidades del Ejército Rojo. Fue bautizado como el hijo de un regimiento y puesto en la asignación. Desde ese momento, el niño comenzó una vida adulta. El joven tuvo que participar en hostilidades e incluso ser capturado por los blancos.