En la literatura rusa es difícil encontrar otro patrón similar de misericordia y humanidad, que aparece ante los lectores de la historia de V. Rasputin "Lecciones de francés". El escritor creó una imagen delicada de una relación conmovedora entre profesor y alumno, que no terminó de la manera más agradable.
Érase una vez en un centro de distrito distante
La acción en la historia de Valentin Rasputin "Lecciones de francés" tiene lugar en el interior de Rusia, que acaba de comenzar a recuperarse de las consecuencias de la guerra con los nazis. El protagonista es un niño de once años que, gracias a los esfuerzos de su madre, va a estudiar desde su remota aldea hasta el centro del distrito.
Es en la escuela y a su alrededor donde se desarrollan los acontecimientos de la historia.
Separado de su madre y obligado a vivir en una familia extraña, el niño siempre siente molestias. Como nunca ha encontrado amigos, el héroe casi siempre está solo, desconfía de las personas y siempre tiene hambre. Alguien lleva pan y papas de sus escasos suministros recogidos para su hijo por una madre dedicada. La condición de salud del tipo delgado es tal que todos los días necesita beber al menos un vaso de leche, para lo cual no tiene dinero.
La principal preocupación del héroe de la historia es el estudio. Recibió muy bien todas las materias, con la excepción del idioma francés: no había forma de pronunciar la pronunciación. La joven maestra Lidia Mikhailovna luchó en vano para eliminar esta deficiencia. El idioma francés no sucumbió, a pesar de la terquedad y la conciencia del niño.
De alguna manera, el héroe fue testigo de un juego de dinero lejos de ser infantil, en el que los chicos mayores se cortaron con entusiasmo, habiéndose reunido en un lugar remoto y desierto. Después de probar suerte con esta sabiduría, el niño gradualmente comenzó a ganar. Los magros copecks que extraía en esta industria eran más que suficientes para la leche. La salud comenzó a recuperarse.
El éxito de los muchachos en el juego por dinero se convirtió en la causa de la insatisfacción con los muchachos mayores. Todo terminó en un fracaso: después de la siguiente victoria, lo cortaron y le prohibieron presentarse. De los golpes, la injusticia y el resentimiento, se le cortó la respiración, el niño sollozó desconsolado durante mucho tiempo, experimentando lo que había sucedido.