En mayo de 2012, se lanzó la sensacional comedia Dictator, dirigida por Larry Charles. La escritora británica, Sasha Baron Cohen, conocida por las películas "Borat", "Ali G en el Parlamento", etc., se convirtió en guionista, productora y también protagonista.
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La película "Dictador" y los críticos, y el público atribuido a la categoría de trolling político. La pintura de Larry Charles muestra la imagen colectiva del gran dictador que juega a la democracia, oprimiendo a la gente en su país. Se llama almirante general Aladin. Según la trama, resulta que durante varias décadas ha estado gobernando un cierto estado de Wadia en el norte de África, que en realidad no existe.
A imagen de un dictador, todo es absurdo, desde los montones de títulos inventados por él personalmente para él hasta los brazos llenos de medallas y medallas con las que se entregó. Todos los días se le ocurren estúpidas leyes que desafían la explicación lógica de cualquier persona cuerda. Como resultado, el espectador recibe un producto cinematográfico filmado en el género actual de sátira política cáustica, a veces dura.
El almirante general Aladin es enviado a los Estados Unidos con el objetivo de pronunciar su discurso ante las Naciones Unidas, sin embargo, antes de esto, pierde su carta de triunfo más importante: su barba, sin la cual, de hecho, no es un gran gobernante supremo, sino un simple turista de apariencia árabe. Ambiciones inusuales, egoísmo y la misma descaro inexorable le dan inusual. A riesgo de su vida, tendrá que devolver su "buen" nombre.
Los creadores del "Dictador" trabajaron duro para sazonar la idea de ridiculizar la infantilidad del jefe de un estado abstracto con granos de pimienta vulgares. La película parece gritar que todo se volverá del revés y se someterá a revisión pública. Además, no solo los políticos lo entenderán, sino que también mostrarán negocios y actores de Hollywood, hombres y mujeres, independientemente del color de la piel, la raza o la religión. Esta es la idea de los autores: usar chistes (a menudo vulgares), sarcasmo, sátira y vulgaridad para mostrar la realidad, que, al igual que la película, te hace llorar y reír.
Se ha prohibido que "Dictador" aparezca en muchos países del mundo.