La idea de los gladiadores de la antigua Roma se forma desde el banco de la escuela para muchos gracias al curso de la historia del mundo antiguo, la ficción y numerosas películas. Sin embargo, en realidad, sus destinos no siempre fueron tan trágicos como comúnmente se cree.
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La palabra "gladiador" proviene del latín gladius, que significa "espada". Los llamados prisioneros de guerra y esclavos, que fueron especialmente entrenados para la lucha armada en la arena del anfiteatro. Para complacer al antiguo público romano, que codiciaban los espectáculos sangrientos, se vieron obligados a luchar no por la vida, sino por la muerte. Las tradiciones de las batallas de gladiadores persistieron durante 700 años.
Entrenamiento y código de honor de gladiadores
Dado que las nociones de peleas de gladiadores están asociadas con la antigua Roma, puede parecer que aparecieron allí por primera vez. De hecho, existieron entre los pueblos más antiguos, como los etruscos y los egipcios. Los romanos inicialmente interpretaron la batalla de los gladiadores como un sacrificio al dios de la guerra Marte. Según las leyes de la antigua Roma, los delincuentes condenados a muerte podrían participar en batallas de gladiadores. La victoria les trajo mucho dinero, lo que podría redimir sus vidas. Sucedió que en la búsqueda de la fama y el dinero, los ciudadanos libres ingresaron en las filas de los gladiadores.
Al convertirse en gladiador, una persona hizo el juramento y se declaró "legalmente muerto". Después de eso, se vio obligado a obedecer leyes crueles. El primero de ellos fue el silencio: en la arena, el gladiador podía explicarse únicamente con gestos. La segunda ley era mucho más terrible: el gladiador tenía que obedecer implícitamente los requisitos establecidos. Si cayó al suelo y se vio obligado a admitir su derrota completa, entonces se suponía que debía quitarse el casco protector y exponer mansamente su garganta para golpear al enemigo. Por supuesto, el público podría darle vida, pero esto sucedió muy raramente.
La mayoría de los gladiadores provenían de escuelas especializadas en gladiadores. Además, durante el período de entrenamiento fueron tratados con mucho cuidado. Siempre estaban bien alimentados y tratados por expertos. Es cierto que los jóvenes dormían en parejas, en pequeños armarios. El entrenamiento intensivo continuó de la mañana a la tarde: se desarrolló la capacidad de dar golpes precisos y poderosos a la espada.