En Rusia, las formas más diversas de emprendimiento social están comenzando a desarrollarse gradualmente, incluidas las relacionadas con actividades de caridad. Una de las formas de dicha actividad social de los ciudadanos era la organización de tiendas de caridad. Dichos proyectos permiten recaudar rápidamente fondos considerables para quienes realmente los necesitan.
Las tiendas de caridad (tiendas de caridad, tiendas de hospicio) han sido populares en los países occidentales durante más de dos siglos. Como regla general, son empresas de comercio minorista, que son administradas por un grupo de entusiastas y tienen como objetivo recaudar fondos con fines socialmente significativos.
Dichos proyectos de caridad funcionan según los principios del emprendimiento social, todas sus actividades son recaudar fondos para las necesidades sociales de la población. Los artículos que las tiendas ofrecen para la venta son donados por el público. Esto le permite proporcionar condiciones preferenciales para la venta de bienes y precios extremadamente bajos, lo que atrae a muchas partes interesadas a las ventas de caridad.
Como regla general, las tiendas de caridad satisfacen plenamente sus necesidades actuales, como el alquiler, la remuneración del personal y el equipo. Después del cierre de las partidas de gastos, todas las ganancias restantes se destinan a la caridad.
Los principios de organización de tiendas de caridad benefician a todas las partes involucradas en la implementación de tales proyectos. Los ingresos de la venta de bienes van directamente a los beneficiarios: personas sin hogar, niños enfermos, personas con discapacidad. Quienes donan sus cosas a las tiendas se deshacen de cosas innecesarias y hacen su contribución a la caridad.
La efectividad de esta forma de caridad se debe al hecho de que los fondos aquí no se donan directamente, lo que para muchos es una barrera psicológica. El comprador, que realmente dona dinero, recibe a cambio de cosas útiles y necesarias. La estructura de las tiendas de caridad es extremadamente transparente, por lo que todos pueden tener acceso a los informes y asegurarse de utilizar los ingresos de la venta de bienes.
La gama de productos en demanda en tiendas de segunda mano es bastante amplia. Estas son ropa, zapatos, joyas, accesorios, libros, muebles y mucho más. Muy a menudo, las cosas se transfieren a las tiendas en muy buenas condiciones y se pueden usar para su propósito previsto durante mucho tiempo.
Para Rusia, las tiendas de segunda mano siguen siendo una forma innovadora de apoyo social. Estas tiendas ya están abiertas en San Petersburgo y Volgogrado. En el verano de 2012, el primer proyecto de este tipo se implementó en Moscú. En este "Banco de Alegrías" no hay precios fijados de una vez por todas, los compradores pueden dar todo lo que quieran por los productos que deseen.
La falta de regulación legislativa en el área descrita del emprendimiento social a menudo obliga a los organizadores del proyecto a no vender cosas, sino a recibir fondos en forma de donaciones. Se espera que con el tiempo, los legisladores rusos llenen los vacíos en el apoyo legal de las actividades de un modelo tan útil para la sociedad, como una tienda de caridad.