La primera reacción de cualquier persona ante la humillación o el insulto es la protección. ¿Cómo aprender a protegerse en tales situaciones?
Para poder responder correctamente a los insultos, necesitará: moderación y acción razonable.
No importa dónde se encuentre con los insultos, no puede prescindir de un comportamiento moderado. Las personas que no saben cómo controlarse pueden atraer emociones negativas adicionales y solo provocar un comportamiento más agresivo del delincuente. Por lo tanto, debe aprender el autocontrol, luego, cuando surja una situación difícil, será más fácil para usted evitar las emociones. No es sorprendente que la mayoría de los casos penales sean casos de disputas por motivos domésticos.
Te lastimaste, te ofendiste sin razón, ¿sentiste que te estaban tratando injustamente? ¿De repente poseías un gran deseo de vengarte del delincuente? Basta! Es hora de decirse a sí mismo que aplicar los mismos métodos (insultos y humillaciones a cambio) significará que ha mostrado debilidad, sucumbió a las emociones, perdió su autoestima. No necesitas usar los mismos métodos de lucha, debes suprimir tus propias emociones. La opción más correcta sería decirle al delincuente en respuesta que no tiene la intención de continuar la conversación en ese tono. Si se va y se ocupa de sus asuntos personales, retroceda.
Si fue insultado en un supermercado, en el transporte público o en otro lugar, no necesita reaccionar bruscamente a los insultos, porque lo más probable es que nunca vuelva a ver a estas personas sin tacto. Por lo tanto, debes sacarte de la cabeza todo lo que te dijeron.
En el caso de que el delincuente sea una persona que viva cerca de usted o que trabaje con usted, no es fácil olvidar rápidamente esta situación. Especialmente si lo has encontrado más de una vez. Es mejor considerar con calma y decidir qué hacer en el futuro:
- para perdonar al delincuente a fin de establecer nuevas relaciones, siempre que la situación no haya cambiado su relación con él,
- perdonar al delincuente, pero mantenerse alejado de él, cambiar su actitud hacia él.
La elección de su comportamiento dependerá del grado de cercanía y nivel de relación entre el culpable de lo que sucedió y usted.
Siempre debe recordar que todos los insultos y humillaciones se le expresan solo como un objeto de descarga emocional. Por lo tanto, sentirse culpable no vale la pena.
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