El 4º Congreso de líderes de religiones mundiales y tradicionales se celebró en Astana del 30 al 31 de mayo. Este evento estuvo unido por un tema principal "La paz y la armonía como una elección de la humanidad". En total, asistieron al evento 87 invitados de honor de 40 países, incluido Su Santidad el Patriarca Kirill de Moscú y Toda Rusia.
Según la información publicada en el sitio web oficial del congreso, la idea principal del evento era sentar las bases para crear y fortalecer el orden mundial en el siglo XXI. De una forma u otra, esto se discutió en varias secciones durante la reunión.
Se convocó a los líderes de diferentes religiones en una de ellas, se discutió su contribución al desarrollo de la cultura, así como en la resolución de contradicciones interreligiosas y una serie de otros conflictos en el mundo moderno. Además, en la primera reunión seccional, se expresó repetidamente una propuesta para una mayor cooperación de la audiencia, cuyo propósito sería el desarrollo sostenible de la civilización en el marco de la fórmula "hombre-sociedad-naturaleza".
Luego se discutió la necesidad del multiculturalismo, que, según los líderes de las religiones mundiales, es muy importante en la civilización moderna, porque ayuda a crear una sociedad armoniosa basada en las diferencias culturales. Esta reunión examinó no solo los problemas relacionados con el establecimiento del multiculturalismo: la existencia paralela de culturas en la sociedad, sino también los posibles problemas que pueden surgir en caso de fracaso.
Una sección separada merecía el papel de la mujer en el cultivo de los valores familiares y la educación de los niños enamorados de la religión. Según los participantes del congreso, este tema es de relevancia inmediata frente a la confusión y la pérdida parcial de algunos estándares éticos en el mundo moderno. La seriedad y la necesidad de discutir un tema de este tipo se evidencian en el hecho de que entre los temas principales de esta sesión seccional se encontraba lo siguiente: “Responsabilidad de una mujer por el futuro de una nación, un planeta”.
Al referirse a los problemas del futuro, los líderes de las religiones mundiales también notaron el problema de la educación de los jóvenes, que durante siglos ha sido un oponente del conservadurismo y el poder intelectual progresivo. Los participantes de la reunión acordaron ayudar a los jóvenes a elegir la verdadera fe, en lugar de adorar los falsos ideales. Prestaron especial atención a fomentar el respeto mutuo en la sociedad y la lucha contra el terrorismo entre los jóvenes.