La estructura misma de la palabra "prejuicio" implica algo que precede a la razón, la razón, se logra sin su participación y, por lo tanto, contradice la lógica. Pero para una persona que comparte tales opiniones, la falta de lógica no es obvia, los prejuicios construyen su propia lógica.
![Image Image](https://images.culturehatti.com/img/kultura-i-obshestvo/61/kak-poyavlyayutsya-predrassudki.jpg)
El prejuicio es un juicio que una persona ni siquiera trata de someter a un análisis crítico razonable ("racional"). Los prejuicios vienen en forma de supersticiones, estereotipos sociales, creencias pseudocientíficas.
Prejuicio y pensamiento
Por paradójico que parezca, el origen del prejuicio está enraizado en la "razón": el pensamiento lógico. Su función principal es buscar patrones, al predecir eventos basados en la experiencia existente, por lo tanto, el pensamiento lógico tiene mucho miedo al azar, al caos. La falta de información, sobre la base de la cual sería posible hacer pronósticos, "golpea el suelo debajo de los pies" del pensamiento lógico. Si objetivamente no hay leyes, en un intento de "encontrarlas" comienza a crearlas.
Un ejemplo típico de tal descubrimiento de patrones falsos son los estereotipos de la percepción social, que son una de las categorías más peligrosas de prejuicio.
Al encontrarse con un extraño, surge cierta incertidumbre, porque no se sabe qué esperar de él, cómo comunicarse con él. Y ahora la mente humana está tratando de predecir la comunicación, "adivinar" las cualidades personales del interlocutor en cualquier detalle, ya sea nacionalidad, profesión, edad o apariencia. En la mayoría de los casos, tales juicios son negativos, porque la tarea principal de pronosticar es evitar situaciones peligrosas: "rubia significa que no es obvio", "adolescente significa matón y drogadicto", etc.
El análisis crítico podría fácilmente romper tales juicios. Una persona podría pensar qué tipo de conexión puede existir entre el color del cabello y la inteligencia, de dónde procederían los adultos sanos y respetuosos de la ley si todos los adolescentes estuvieran usando drogas. Pero el análisis crítico no seguirá. Una persona puede encontrarse con cualquier cantidad de rubias inteligentes y adolescentes decentes, pero todas ellas serán percibidas como excepciones a las reglas.
Prejuicio y sociedad
Una persona asimila muchos prejuicios a través de la influencia grupal. Perteneciente a un grupo social particular, ya sea una familia, una clase escolar, un grupo profesional o una nación, una persona domina todas sus normas grupales, incluidos los prejuicios. El principio clave en este proceso, "todos dicen que", quiénes son estos "todos", no está claro. Por ejemplo, una persona puede no recordar quién y cuándo le dijo por primera vez que un gato negro trae desgracia o que los alimentos genéticamente modificados son dañinos, pero continúa creyendo en ello.
La vitalidad de tales prejuicios está determinada por la cantidad de personas que los comparten. Por ejemplo, en los primeros años después de la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de la población de la URSS estaba convencida de que "todos los alemanes son fascistas". Como personas nacidas y maduras que no tuvieron experiencias negativas con los alemanes, este prejuicio gradualmente se convirtió en nada, y hoy en día solo unas pocas personas mayores que recuerdan la guerra están bajo su autoridad. Los niños modernos ya no aprenden este estereotipo, incluso si se comunican con bisabuelas y bisabuelos.