El pecado es una pelea con Dios. Cuando cometemos un acto pecaminoso, nos alejamos del Señor, y esto lleva a la desgracia, la agitación, la enfermedad. Y entonces vale la pena considerar: ¿cómo deshacerse del pecado, cómo vencerlo?
Manual de instrucciones
1
Reza al Señor. Solo él puede dar fuerzas para resistir la tentación. En tu oración, pide fuerza espiritual y protección contra el pecado. La observancia de los ayunos ortodoxos humillará la carne y dirigirá la mente a la oración. Es útil purificar el alma mediante el sacramento del arrepentimiento y la adopción de la santa comunión. El sacerdote le dirá la mejor forma de corregir la vida para mejor.
2
Participar en trabajo físico. Los Santos Padres dicen que la raíz de todo mal es la pereza y la ociosidad. Una carga moderada dirigirá los pensamientos en la dirección correcta y le permitirá escapar de cualquier pensamiento pecaminoso.
3
Evita las tentaciones. Debemos tratar de no caer en lugares que nos lleven a la tentación, de no leer libros seductores, de no ver tales películas. Deje que la Biblia se convierta en un libro de referencia, que se pueda leer tanto en la mañana, antes de acostarse como en transporte público. La ropa seductora, los gestos y los bailes gratuitos también provocan tentación.
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Intenta hablar menos ociosamente. Al conversar sobre cualquier cosa con otras personas, es muy fácil caer en el pecado de condenar al prójimo, la vanidad, el orgullo. La charla vacía lleva a chismes, envidia, varias tentaciones.
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En general, casi cualquier pecado toma su base en el orgullo. Precisamente por nuestro sentimiento de nuestra propia importancia e importancia, condenamos, reprochamos y exaltamos nuestras acciones. Uno debe ser humilde, humilde y recordar que ninguno de nosotros es nada ante el poder de Dios.
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Se paciente. Donde no hay paciencia, no habrá amor. Es necesario soportar con calma las deficiencias de los demás y sus errores. No hay personas sin pecado en el mundo, trata de perdonar y olvidar lo malo. Le dará paz mental y paz interior.
7 7
No te desesperes. Es imposible deshacerse inmediatamente y finalmente de los pecados. Para hacer esto, tienes que seguir un gran camino espiritual, cayendo y subiendo de nuevo.