La confesión es uno de los principales sacramentos cristianos en los que un creyente, con arrepentimiento sincero, se limpia de sus pecados. Por lo general, los niños son admitidos a partir de los siete años, ya que se cree que a esta edad comienzan a ver la diferencia entre las buenas y las malas acciones. La confesión de los niños tiene sus propias características. Los sacerdotes dicen que a esta edad es más un alimento espiritual, una dirección en el camino correcto, en lugar del arrepentimiento en sí mismo.
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Necesitarás
- Biblia infantil.
Manual de instrucciones
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Comience a preparar a su hijo desde una edad temprana. Para hacer esto, trate de asistir regularmente al templo juntos, participe de él, hable acerca de Dios, lea la Biblia de los Niños. Si el niño ve cómo los padres se están preparando para la confesión, él mismo ya estará preconfigurado para este sacramento. Sabrá que algún día él mismo participará en él.
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Explique el significado del sacramento a su hijo. Concéntrese en el hecho de que esto no es solo una lista de malas acciones, sino, en primer lugar, su conciencia. Lo importante es no solo contar sobre estas acciones, sino también decidir no repetirlas nuevamente e intentar hacerlo por todos los medios. Diga que durante la confesión estará delante del Señor, y el sacerdote es el testigo del arrepentimiento designado por Dios y su mentor espiritual.
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La primera confesión debe prepararse especialmente. Es aconsejable por primera vez no hacer esto durante la liturgia dominical, cuando profesan una gran cantidad de personas. Acuerde con el sacerdote y venga con el niño a la hora señalada. Por lo tanto, será mucho más fácil para un niño concentrarse y concentrarse en cosas realmente importantes.
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Explique de antemano el lado ritual del sacramento para que el niño no se avergüence por el hecho de que no sabe cómo comportarse. Advierta que si quiere recibir la comunión después de la confesión, debe pedir bendiciones al sacerdote al final del sacramento.
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Nunca imponga o señale nada a un niño. Esta forma de confesión es inaceptable cuando uno de los familiares simplemente dicta una lista de pecados, que luego deben transferirse al sacerdote. Solo es posible una conversación amable, que ayudará al niño a pensar en la dirección correcta. Pero debe decidir qué arrepentirse de sí mismo. Y en ningún caso pruebe los detalles después de una confesión. Su secreto es tan indestructible como lo es para los adultos.
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No obligue a su hijo a confesarse si no quiere. Entonces solo puede ser rechazado de la iglesia para siempre. Intenta en conversaciones y con tu propio ejemplo despertar en él el deseo de participar en los sacramentos de la iglesia. Cuando hable con un niño, no use solo ejemplos negativos. No lo intimides con terribles consecuencias. Trate de dejar en claro a temprana edad que vivir con la conciencia tranquila es una gran felicidad, y que la confesión no es un deber oneroso, sino la alegría de la reconciliación con el Señor.
Consejos útiles
Por lo general, todas las fuentes indican la edad de la primera confesión: siete años. Sin embargo, antes que nada, debe observar el desarrollo del niño. De hecho, la edad puede variar bastante.