Los conocedores de las obras poéticas saben bien de qué basura crecen los versos. Los amantes del cine también han oído hablar de la suciedad y la desgracia que acompaña a la producción de películas. Un funcionario prolífico y cariñoso, el director Ivan Pyryev filmó pinturas de culto. El talento, como dicen, no puede ocultarse detrás de la estufa. Sin embargo, en su actividad creativa hay momentos vergonzosos que no son permisibles para un hombre real.
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Raíces de Chaldon
Según la biografía de Ivan Alexandrovich Pyryev, puedes estudiar la historia de nuestro país en la primera mitad del siglo XX. Un clásico del cine soviético nació en el pueblo de Kamen en la provincia de Tomsk el 4 de noviembre de 1901. La familia de los viejos creyentes vivía de acuerdo con reglas estrictas y a un niño se le enseñó a trabajar desde temprana edad. Cuando el niño tenía tres años, su padre murió accidental y tontamente en una pelea. Pronto, la madre se llevó a la niña y se mudó a la estación de Mariinsk a un pequeño comerciante de verduras, que la tomó como esposa.
Ivan no tenía una relación con su padrastro. La situación en la vida no es infrecuente. Por el momento, soportó con paciencia los reproches, incluso los castigos físicos del dueño de la casa. A los catorce años, y Pyryev ya era un tipo alto, le dio un rechazo digno al déspota casero. Para entonces la Primera Guerra Mundial estaba en marcha. Ivan se sentó en el siguiente tren, que se dirigía hacia el frente, y dejó su tierra natal. Peleó. Por coraje, recibió dos cruces de San Jorge y dos heridas. Después de la revolución, se puso del lado inequívocamente de los bolcheviques y se alistó en el Ejército Rojo.
Los torbellinos de la Guerra Civil llevaron a Pyryev a Ekaterimburgo. En esta ciudad, aprendió de su propia experiencia cómo vive y funciona el estudio de teatro. E incluso durante un tiempo jugó en el escenario, tomando el seudónimo de Altai. Siguiendo el consejo de colegas más experimentados, se muda a Moscú y se une a una vibrante vida metropolitana. Trabajó como actor en el teatro del Proletcult. Se reunió con Eisenstein y Meyerhold. Recibió una educación especializada en el Taller de Teatro Experimental. Y en 1925 comenzó a dedicarse al cine. Trabajar como guionista y director en varios estudios de cine le da a Ivan no solo fama, sino también placer.