Para los eslavos, el pan era el producto principal, y la gente moderna considera que la mesa sin pan está vacía. Por primera vez, el pan comenzó a hornearse en la Edad de Piedra. Ningún plato tiene una historia tan larga e interesante. Puede encontrar recetas, tipos y métodos para hacer varios pasteles en el museo del pan.
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13 museos del pan están oficialmente registrados en el mundo. Están en los Países Bajos, Austria, Alemania, Francia, América, Tatarstán, Israel, Azerbaiyán, Ucrania y Rusia.
Museo del pan en San Petersburgo
En la capital del norte se encuentra el museo estatal del pan. Fue fundado en 1988. Más de 10 mil exhibiciones se exhiben en stands y salas de exhibición.
El Museo del Pan en San Petersburgo se encuentra en Ligovsky Prospekt, 73
Los visitantes podrán ver aquí no solo platos, equipos, muestras publicitarias de diferentes épocas, sino también otros utensilios domésticos, documentos, fotografías e incluso la línea de producción de la panadería de los años 50 del siglo pasado. En la sala "Historia del origen y formación de la panadería" se presenta una breve excursión a la arqueología y la etnografía. La exposición "La historia del pan en la Rusia pre-petrina" también será interesante, donde se presentan modelos de pan de esa época: pasteles, pan de jengibre, panecillos.
Una sala separada está dedicada a la historia de la panadería y el comercio de pan en San Petersburgo. Cuando se reunió un ejército regular en la ciudad en el siglo XVIII, se requirió varias veces más pan. Entonces apareció la panadería industrial. La apertura de panaderías fue regulada por la legislación del taller. Los primeros en hornear pan a escala industrial en San Petersburgo fueron los alemanes. A principios del siglo XIX, se abrieron varias industrias especializadas. Algunos talleres especializados en bagels, otros en pasteles y otros en waffles. En el siglo XIX, había alrededor de 3 mil pequeñas tiendas en la ciudad donde solo se vendía pan de centeno. Los clientes habituales de cada una de estas tiendas eran residentes de las siguientes tres o cuatro casas.
El museo del pan también tiene una sala dedicada a las tradiciones de beber té. La guía mostrará decenas de samovares de diferentes tiempos, tamaños y formas. Será interesante observar las cajas de embalaje para hornear, que en el siglo XIX sirvieron no solo como decoración, sino también como publicidad. Muchas de estas cajas son verdaderas obras de arte. Si quería ver cómo se organizó la vida de la gente del pueblo a fines del siglo XIX y principios del XX, puede ver el comedor y la cocina de esa época. De particular interés son los objetos genuinos de la época: platos para hornear muffins, espátulas, platos de metal y porcelana. En una parte del museo, se recreó un viejo horno ruso, una toalla de lino estaba acostada, había una pala para sacar pan del horno, la situación de la panadería de la ciudad con equipos de tamaño real se reconstruyó en otra, el departamento de la tienda de la era de la URSS con balanzas, efectivo y otros equipos se presentó en la tercera.