La vida del brillante director de cine soviético Sergei Eisenstein estuvo llena de creatividad. Se convirtió en uno de los que buscaban nuevos enfoques para crear imágenes. No todos sus experimentos se encontraron favorablemente con las autoridades. Sin embargo, el público aceptó el trabajo de Eisenstein y esperaba con ansias su nuevo trabajo de dirección.
De la biografía de Sergei Eisenstein.
El famoso director de cine soviético nació en enero de 1898 en Riga. Sergey era el único hijo de sus padres. Su padre, Mikhail Osipovich, era un asesor inmobiliario y conocía bien los idiomas europeos, y era puntual en los asuntos. La madre del futuro cineasta, Julia Ivanovna, provenía de la familia de un noble comerciante que era dueño de una compañía naviera.
Sergei Mikhailovich recibió una educación burguesa estándar. Desde niño era adicto a la lectura, dibujaba maravillosamente. Entre sus pasatiempos estaba el teatro. Desde muy joven, dominó diligentemente los idiomas extranjeros.
Pero la infancia de Eisenstein no fue en modo alguno despejada: las disputas a menudo ocurrían en la familia. En 1912, se produjo una ruptura final entre los padres. Por decisión judicial, el niño se quedó con su padre.
Tres años más tarde, Sergey se graduó de la Escuela Real de Riga, después de lo cual continuó su educación en el Instituto de Ingenieros Civiles de Petrogrado. Pero no completó sus estudios: se ofreció como voluntario para el Ejército Rojo.
Posteriormente, Eisenstein pudo trabajar como técnico de construcción y artista en la Administración Política del Ejército. Estaba contento de participar en actuaciones de aficionados, probándose en el papel de actor, director y artista.
En 1920, Sergei Mikhailovich fue asignado a la Academia del Estado Mayor, donde estudió en los cursos de traductores en la clase de idioma japonés. Pero después de eso, se fue a trabajar al teatro, un simple diseñador gráfico.
En los años siguientes, Eisenstein asistió a clases en los talleres del director, que fue dirigido por V. Meyerhold.
Los primeros experimentos creativos de Eisenstein tenían como objetivo eliminar el pensamiento teatral tradicional. Estaba estrechamente en el marco del arte condicional que dominaba la escena de la época. Por lo tanto, la transición de Sergei Mikhailovich al cine fue lógica.