La apariencia de una persona no siempre corresponde a la profesión de la que se gana la vida. Vadim Eilenkrig - músico y presentador de televisión. Al mismo tiempo, se ve como un culturista o un entrenador físico: alto, hinchado, con tatuajes.
Condiciones de inicio
Los padres, maestros y educadores modernos entienden perfectamente lo importante que es notar las habilidades creativas de un niño de manera oportuna. Y es aún más importante crear condiciones para su desarrollo. Vadim Simovich Eilenkrig nació el 4 de mayo de 1971 en una familia inteligente. Los padres vivían en Moscú. Mi padre trabajaba como administrador en la asociación de empresas de pop, música y circo, que se llamaba "Moskontsert". Organizó giras y actuaciones de artistas famosos en todo el país y en el extranjero, se encargó de cómo viven, comen y se visten entre conciertos.
Debe agregarse a lo anterior que el padre de Vadim tocó magistralmente el saxofón. El niño creció y se desarrolló en un ambiente creativo. Comenzó a hablar temprano, luego a cantar. Después de un tiempo, no fue difícil para los especialistas determinar que el pequeño cantante tenía un tono absoluto. Cuando Vadim tenía cuatro años, un maestro experimentado comenzó a estudiar música con él. El futuro maestro recibió educación primaria en la Escuela de Música Prokofiev. Dominó con éxito la técnica de tocar el piano y la trompeta.
Actividad profesional
Es importante tener en cuenta que Vadim Eilenkrig estaba trabajando constantemente para mejorar sus habilidades interpretativas. A la edad de quince años, ingresó a la Escuela de Música Revolucionaria de Octubre como una tubería académica. Ejercicios constantes, creatividad y comunicación con colegas en el taller trajeron el efecto correspondiente. El joven artista fue notado y comenzó a ser invitado a varios concursos y festivales. En 1995, se convirtió en el galardonado del festival, que se celebró en Alemania.
La carrera creativa de Vadim Eilenkrig evolucionó progresivamente, sin despegues accidentales y fracasos inesperados. En todas las etapas de su desarrollo, el músico se esforzó por lograr el mayor resultado posible. Llegó el momento y Vadim fue invitado a tocar en la legendaria orquesta de Oleg Lundstrem. Tanto los críticos como los espectadores saben que alcanzar las alturas de la excelencia solo es posible en colaboración con luminarias reconocidas. El joven trompetista trabajó con dignidad en el grupo de Anatoly Kroll.