La historia de vida de algunas personas famosas se desarrolla como si fuera una trama retorcida de una novela de aventuras. Entonces, el destino de la patinadora ruso-francesa Marina Anisina. Además de las dificultades en su carrera deportiva, su vida personal con una artista brillante e impactante, Nikita Dzhigurda, causa interés en los espectadores.
Biografia
Nació el futuro campeón olímpico de patinaje artístico en Moscú. Era 1975, el 30 de agosto. En aquellos días, el deporte soviético obtuvo notables victorias mundiales, y los padres de Marina Anisina, la jugadora de hockey de la Unión Vacheslav Anisin y su esposa, la patinadora artística Irina Chernyaeva, no dudaron de la futura carrera de su amada hija. La niña fue enviada a la sección de patinaje artístico. Este deporte trajo al atleta adulto fama mundial y victoria en competiciones prestigiosas.
Trabajo y carrera
Montando, Marina Anisina se emparejó con el famoso Ilya Averbukh. Las actuaciones bien coordinadas de la pareja, sus elementos complejos y su apoyo trajeron la primera victoria en 1990 en la Copa Mundial Junior. En 1992, una pareja magnífica reafirmó su derecho a ser considerado el mejor del mundo.
Sucedió que la pareja deportiva se separó a petición de Ilya Averbukh. Le atrajo la oportunidad de trabajar con una estrella en ascenso, Irina Lobacheva. Marina Anisina se vio obligada a buscar un nuevo compañero de patinaje. Se convirtieron en Sergey Sakhnovsky. El nuevo tándem no duró mucho: Sakhnovsky emigró a Israel y comenzó a jugar para el equipo nacional en conjunto con la patinadora artística Galit Haight.
Marina Anisina durante mucho tiempo no encontró una salida a esta situación. Pero la fortaleza salvó al atleta de la depresión. Ella continuó entrenando duro sola. Ella quería encontrar un compañero digno. Junto con el entrenador, buscó mucha información y qué atletas están listos para pararse en el hielo con el patinador ruso. Según datos físicos, la elección recayó en el atleta canadiense Victor Kraatse y el francés Gwendale Peiser. Anisina envió invitaciones a la cooperación a ambos. Pronto se mudó a Francia y comenzó a entrenar con Gwendal. Desde 1993, Marina Anisina ha estado viviendo en Lyon en el hogar hospitalario de su compañero de patinaje artístico. La pareja mostró resultados tan notables que fueron invitados al equipo olímpico francés. Para esto, un ciudadano de la Federación de Rusia tuvo que cambiar la ciudadanía a la ciudadanía francesa.
El futuro de Marina Vyacheslavovna Anisina fue escandaloso. Los Juegos Olímpicos de 2002 estuvieron acompañados de muchas historias desagradables, incluido el juez francés que le dio el primer lugar a la pareja Sikharulidze-Berezhnaya a cambio de darle el premio a la pareja de Francia. El soborno de los jueces se atribuyó al aventurero internacional Alimzhan Tokhtakhunov. Aunque los Juegos Olímpicos trajeron las medallas de oro de Anisina y Peizer, la carrera deportiva terminó, la Copa Mundial de 2002 se celebró sin ellas. La pareja francesa entró al patinaje aficionado y demuestra sus habilidades y arte en espectáculos de hielo.