Para muchas personas, asistir a la iglesia está asociado con una tradición ritual que no aporta ningún beneficio práctico a una persona. Otros creen que el hecho mismo de su venida a la iglesia es el cumplimiento del servicio a Dios.
¿Qué es una iglesia?
Para la mayoría de las personas, el término "iglesia" significa un magnífico edificio religioso donde un sacerdote lleva a cabo un servicio de adoración. Mientras tanto, la expresión "iglesia" en la Biblia proviene de la palabra griega ἐκκλησία ("ecclesia"), que significa "reunión", un lugar de reunión para las personas. Por lo tanto, el significado más preciso de esta expresión está asociado no tanto con las premisas como con la reunión general de compañeros creyentes que vinieron a conducir la adoración cristiana. Entonces, en la Biblia también existe el concepto de “iglesia en el hogar”, que implica la reunión de cristianos en una casa privada, y nada en ningún edificio religioso (Epístola a Filemón, 2). Los cristianos de la era apostólica no tenían rituales pomposos; Su ministerio era simple y entendible.
En el entendimiento de muchos creyentes, uno debe venir a la iglesia para escuchar el canto del coro, estar presente en cualquier ceremonia realizada por el sacerdote, y también para encender velas y orar. En su opinión, la iglesia necesita realizar algunas acciones rituales que podrían causar la aprobación desde arriba. Sin embargo, las Sagradas Escrituras en esta cuenta dan una indicación completamente diferente. Primero, la Biblia explica: "Dios, quien creó el mundo y todo lo que hay en él, Él, siendo el Señor del cielo y de la tierra, no vive en templos hechos por el hombre y no requiere el servicio de manos humanas, como si tuviera algo que necesita" (Hechos apóstoles 17: 24.25).