El aislamiento geográfico de este increíble país, cuyo territorio se compone de cuatro grandes islas, también ha determinado la mentalidad completamente única de su población, cuyas características son reconocidas en todo el mundo. Y hoy, cuando casi todos los países de la comunidad mundial se ven afectados por los procesos de globalización, los japoneses logran mantener su carácter nacional que no es como cualquier otra persona.
Mentalidad y sociedad japonesas
La mentalidad es un carácter nacional que se ha formado durante muchos siglos: la primera mención de este estado se encuentra en las crónicas históricas chinas en 250 g. AD La mentalidad japonesa estaba muy influenciada por las religiones que profesan: budismo, zen, sintoísmo, confucianismo y, por supuesto, un aislamiento natural del resto del mundo, lo que resulta en una fidelidad hipertrofiada a las tradiciones. Y hoy, esta increíble nación, siendo miembro de pleno derecho de la comunidad de las potencias mundiales más desarrolladas, logra mantener su identidad incluso en áreas "unificadas" como las relaciones comerciales y públicas.
Los japoneses se caracterizan por el trabajo duro y el celo, que siempre han sido venerados en este país como las principales virtudes. Según el código de honor de los samuráis japoneses de toda la nación, existe un sentido del deber, la responsabilidad, el deseo de sacrificar sus intereses en aras de objetivos nobles comunes, así como la capacidad de comportarse con dignidad y no perder la propia cara. Esta nación se distingue por la disciplina y la puntualidad, los japoneses no se permiten descuidarlos y realmente no los perdonan por los demás.
Vivir en un país donde no hay suficientes recursos útiles o de tierra también ha dejado su huella en la mentalidad de los japoneses. Son ahorrativos y prudentes, no propensos al lujo excesivo y la motovanie. La observación natural y la atención a los detalles más pequeños les permite no solo apreciar y disfrutar la belleza del mundo que los rodea, sino también encontrar oportunidades para el uso económico de los recursos y la búsqueda de soluciones tecnológicas progresivas para su máximo ahorro. No es de extrañar que Japón sea considerado el país tecnológicamente más avanzado del mundo.