Victor Hara es el legendario poeta y cantante chileno que luchó por la libertad del pueblo chileno sufriente de la opresión. Famoso por sus composiciones entre la gente común, Hara causó enojo y enojo entre los que estaban en el poder. Después de que la junta de Pinochet llegó al poder, el cantante fue arrojado a un campo de concentración, donde su vida se vio truncada.
De la biografía de Victor Hara.
El futuro poeta, cantante y activista político nació en la pequeña ciudad chilena de Chillán Viejo el 28 de septiembre de 1932. Los padres de Víctor eran campesinos ordinarios y trabajaban en los campos de grandes terratenientes. Trabajaron desde el amanecer hasta el anochecer, pero esto no trajo riqueza a la familia. Apenas había suficiente dinero para la comida y lo más necesario para la vida. El padre de Hara era un bebedor. E influyó en el ambiente de la familia.
La pasión por la música se manifestó en Víctor a una edad temprana. Un maestro rural le enseñó a tocar la guitarra y tocar los primeros acordes. Presentó al futuro cantante con capas de cultura popular.
Hara fue a la escuela en contra de la voluntad de su padre y ante la insistencia de su madre: no quería ver a su hijo como jornalero. En la escuela, Victor demostró ser un estudiante capaz. Pero, sobre todo, le gustaba participar en las parodias que los chicos jugaban después de las clases.
Sin embargo, pronto la madre y los hijos se mudaron a Santiago; era necesario tratar a la hermana mayor de Víctor. Mi madre trabajaba como cocinera en un restaurante y los niños la ayudaron a ganar dinero siempre que era posible. Con el tiempo, la madre logró abrir su propia taberna, donde los trabajadores podían comer.
Despues de la escuela
Después de graduarse de la escuela, Hara ingresó a la escuela, eligiendo la profesión de contador. Pero la contabilidad pronto lo aburrió. Estaba cada vez más atraído por la música. Cuando su madre murió de un derrame cerebral, Víctor abandonó sus estudios y consiguió un trabajo como aprendiz en un taller de muebles.
En 1950, Hara decidió otro paso crucial: ingresó al seminario, creyendo que el sacerdocio lo convertiría en un miembro útil de la sociedad. Dos años después, Víctor cambió de opinión y se desvió de la fe religiosa: no quería abandonar para siempre su relación con las mujeres.
Cuando Viktor fue reclutado en el ejército, sirvió en la escuela de infantería. Pagando la deuda con el estado, Hara trabajó en el servicio de ambulancia como una simple ordenada. Luego lo llevaron al coro universitario. Así comenzó su carrera en la música.