Un hombre está diseñado para que necesite el apoyo y el reconocimiento de los demás. Cuando otros hablan de tus virtudes, estas últimas parecen ser aún más valiosas. Los elogios y la aprobación de familiares y amigos te hacen creer que eres un poco mejor de lo que piensas sobre ti mismo. Pero puede expresar elogios haciendo un cumplido, o puede halagar a una persona, y la línea entre estos dos métodos es muy delgada.
La diferencia entre adulación y cumplido
De hecho, en ambos casos, el interlocutor, al parecer, enfatiza tus méritos, quizás exagerándolos un poco. Este "pequeño" es la principal diferencia entre la adulación y el cumplido.
Como regla general, un cumplido refleja la realidad, transmite los verdaderos sentimientos que el interlocutor tiene por ti y tus cualidades. La sinceridad es una de las principales características de un buen cumplido. Tal vez sus méritos, que el interlocutor señala, a la luz de sus declaraciones, se vuelven algo más brillantes de lo que parece, pero ese es el encanto de un cumplido: aumenta su autoestima, inspira, hace que desee igualar la forma en que mira a los ojos del hablante.
Una declaración halagadora es a menudo una mentira deliberada o una exageración aguda de sus méritos reales. Además, una persona sensible podrá captar la falta de sinceridad de este tipo de admiración, su tensión y compulsión.
El hecho es que generalmente recurren a la adulación cuando quieren obtener algo del interlocutor, obtener su apoyo, etc. Al igual que en la famosa fábula I.S. Krylova, cuando el zorro elogió las supuestas virtudes del cuervo, queriendo solo obtener queso.
Al escuchar elogios exagerados dirigidos a usted, debe pensar: ¿qué quiere esta persona de usted? ¿Cómo puedes ser de ayuda para él? Si la respuesta es rápida, no lo dude, ¡se siente halagado!