En las dos primeras décadas del siglo pasado, tuvieron lugar tres revoluciones en Rusia, la última de las cuales terminó con el establecimiento del poder soviético. Las razones de las acciones revolucionarias de las masas estaban enraizadas en contradicciones políticas y económicas que habían crecido en el país con la entrada del capitalismo en la etapa de desarrollo imperialista.
La revolución de 1905-1907
En los primeros años del siglo XX, la situación política interna en el Imperio ruso se vio extremadamente agravada. La supervivencia del sistema feudal obstaculizó el desarrollo de las relaciones en la aldea, donde se conservaba la tenencia de los propietarios. El país carecía casi por completo de libertades políticas. La crisis también ha crecido en el campo de las relaciones nacionales. El rápido desarrollo del capitalismo intensificó la explotación de los trabajadores, que reclamaban cada vez más sus derechos organizando huelgas y huelgas.
Una de las razones de la primera revolución rusa fue la derrota de la Rusia zarista en la guerra con Japón.
Los círculos políticos liberales en 1904 presentaron una propuesta para introducir una constitución en el país que limitaría el poder de la autocracia. El rey respondió a esto con un rechazo categórico. El colmo fue el disparo de las tropas zaristas de una procesión pacífica el 9 de enero de 1905. Los manifestantes iban a presentar una petición a Nicolás II, que contenía demandas para implementar cambios democráticos en Rusia. Sin embargo, se produjeron represalias crueles contra los manifestantes, lo que agitó al país y se convirtió en una de las razones de los levantamientos revolucionarios.
Febrero de 1917: la revolución burguesa
La revolución de 1905-1907 terminó en fracaso y no resolvió las contradicciones de clase, económicas y políticas. El movimiento revolucionario comenzó a declinar, en Rusia llegó el momento de la reacción y la represión política. Pero los problemas persisten y requieren soluciones. En 1914, Rusia entró en la guerra imperialista, que mostró la incapacidad total del régimen zarista para llevar a cabo tareas militares.
A principios de 1917, la situación era extremadamente tensa. Las empresas cesaron su trabajo en todo el país, como resultado de lo cual el ejército zarista carecía de armas y alimentos. El sistema de transporte colapsó, los ferrocarriles en realidad no pudieron hacer frente al transporte. En esta situación, los socialdemócratas y otras fuerzas de izquierda intentaron explotar el descontento de la gente, dirigiéndola a luchar contra la autocracia.
En las condiciones de la caída de la autoridad del gobierno zarista, aparecieron los sentimientos pacifistas de las masas. A esto se agregó la posición crítica del campesinado y la clase trabajadora, quienes soportaron las incalculables cargas de la guerra sobre sus hombros. Los acontecimientos de la segunda revolución rusa tuvieron lugar muy rápidamente. Comenzaron con una serie de huelgas y una huelga política general, que tuvo lugar bajo el lema de derrocar a la autocracia.
La revolución de febrero resultó en la abdicación de Nicolás II del poder. El país ha entrado en un período de transformación democrática.