Derechos humanos: estas son las reglas que el Estado debe observar en la persona de las autoridades en relación con sus ciudadanos. Los derechos se otorgan a una persona al nacer, no se pueden comprar ni ganar, son los mismos para todos. En un estado democrático, están estipulados en la Constitución y colocan al individuo, ciudadano, en una posición preferencial en relación con el estado.
La ONU en diciembre de 1948 adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos, que define este concepto. Posteriormente, se dio una definición más detallada de los derechos humanos en dos conferencias mundiales, donde la mayoría de los países del mundo se comprometieron a respetarlos en sus territorios. Cada ciudadano está obligado a conocer sus derechos, aunque solo sea porque controlan su observancia por parte del Estado. Si no los conoce, entonces, en esencia, esto significa que simplemente no los tiene. Conociendo sus derechos, puede evitar su violación y luchar por su observancia. Pero no solo tiene que conocer la lista de estos derechos, sino también tener una idea clara de dónde y cómo deben aplicarse en cada situación de vida específica. Los derechos humanos prohíben la discriminación por motivos de raza o género, por lo tanto, por ejemplo, fuera de la ley En los países civilizados, se ha declarado el apartheid o la privación de los derechos de voto de las mujeres. La libertad de expresión, creencia y religión también son derechos humanos fundamentales, y su prohibición es una violación por la cual se establece la responsabilidad legal. En la actualidad, existen procesos objetivos de globalización cuando se destruyen las fronteras tradicionales entre países, personas y sociedades. Por lo tanto, el desarrollo de normas internacionales comunes que rigen los derechos humanos a nivel internacional es muy importante. Conocer estos derechos permitirá a las personas resolver pacíficamente, sobre la base de su observancia, muchos problemas globales de la humanidad: la prevención de conflictos militares, la protección del medio ambiente, la desigualdad social y racial. Desafortunadamente, la humanidad ha acumulado experiencias negativas en la interacción del estado con ciudadanos individuales, sus constituyentes. Los derechos humanos ayudan a limitar las actividades de las instituciones estatales solo a aquellas funciones que originalmente fueron delegadas al estado: la aplicación de la ley, el mantenimiento del ejército para proporcionar defensa y el poder judicial para regular las relaciones internas. El respeto por los derechos humanos puede agregar valor a un individuo y proteger sus derechos y libertades.