El desarrollo histórico de Francia es interesante por su pasado turbulento. La lucha del pueblo por sus derechos condujo a revoluciones constantes y a un cambio de poder frecuente. Como resultado, Francia puede jactarse de que solo su historia tiene cinco repúblicas.
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Revolución
El final del siglo 18 fue un punto de inflexión en la historia de Francia. La Gran Revolución Francesa, que comenzó con la captura de la fortaleza de la Bastilla en 1789, sentó las bases para el desarrollo republicano del país.
La revolución en sí se debió al inestable régimen monárquico, que se basó en una serie de compromisos entre el gobierno y las clases individuales. El estado protegió los intereses de la burguesía y los grupos privilegiados, mientras que el trabajo campesino fue sobreexplotado. Como resultado, esto llevó al hecho de que Francia comenzó a retrasarse en el desarrollo de otros países. La intelectualidad no pudo evitar notar esto: había rumores en la sociedad, la confianza en las autoridades comenzó a perder.
Las reformas llevadas a cabo por Luis XVI llevaron al colapso del sistema centenario. La revolución y las futuras repúblicas actuaron bajo el lema: "Libertad, igualdad, fraternidad", que demostró claramente cómo las personas lograron sufrir bajo el sistema monárquico.
República de francia
La primera república francesa se proclamó durante la revolución y duró oficialmente 12 años desde 1792 hasta que Napoleón Bonaparte llegó al poder. Durante este tiempo, se adoptaron tres constituciones que cambiaron el orden y el nombre de las autoridades, pero confirmaron la decisión del Decreto de la Convención Nacional sobre el Unitarismo del Estado.
Desde 1804, cuando Bonaparte se proclamó emperador, el régimen republicano se convirtió rápidamente en uno autoritario. Y solo en 1848, Francia por un corto tiempo logró regresar a la forma republicana de gobierno. El período de 1848 a 1852 se llama la "Segunda República" de Francia, cuyo presidente fue el Príncipe Louis Napoleón Bonaparte, quien al final hizo lo mismo que su tío Napoleón I, proclamándose emperador.
La "Tercera República" tuvo más éxito que las anteriores y duró 70 años, comenzando en 1870. Las constituciones que se adoptaron durante este tiempo ocuparon un estado intermedio entre la monarquía y la república, pero sin embargo, fue durante estos años que Francia entró en la alianza Entente.
La "Cuarta República" tomó forma después de la Segunda Guerra Mundial en 1946. La constitución de esta república se caracterizó por un sistema parlamentario bien formado y una presidencia débil.