En el calendario de la iglesia ortodoxa, hay muchas fiestas diferentes y días memorables. Es de destacar que algunos de los días rojos del calendario ortodoxo son magros.
El 11 de septiembre, la plenitud de la Iglesia Ortodoxa celebra el recuerdo del santo gran profeta Juan el Bautista. Este hombre, Jesucristo, fue llamado el más grande de los nacidos de mujeres. San Juan se llama el Bautista del Señor: bautizó a Cristo.
El 11 de septiembre es un día de Cuaresma para los ortodoxos. Este día en el calendario de la iglesia se llama la decapitación de la cabeza de Juan el Bautista. La Iglesia honra no solo la memoria del profeta, sino que también recuerda el terrible evento del truncamiento de la cabeza de este último. Por orden del malvado rey Herodes, le cortaron la cabeza a San Juan. La razón de esta atrocidad fue la enseñanza de cierta Herodías, la mujer con quien Herodes se acostó. El santo profeta denunció al rey por la convivencia pródiga con la esposa de su hermano, quien era Herodías.
Durante la celebración de su cumpleaños, la hija de Herodias Solomia bailó frente al rey Herodes. Ella complació tanto al rey que éste le prometió darle todo lo que quisiera. Como resultado, Solomia, en consulta con su madre, le pidió a Herodes la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja. En aras de una promesa, Herodes ordenó que cortaran la cabeza de Juan el Bautista.
El recuerdo de esta atrocidad lleva a las personas gloriosas a mantenerse estrictamente rápidas el 11 de septiembre. Es un deber de honor para el santo profeta. Este día también es un buen ejemplo de cómo las pasiones humanas pueden controlar a las personas.
El 11 de septiembre, de acuerdo con los estatutos de la Iglesia, está prohibido comer no solo productos animales, sino también pescado y aceite vegetal.