La familia es una unidad de la sociedad, y el estado familiar brinda ciertas ventajas. Puede ser una simple aprobación pública, o incluso una participación preferencial en programas sociales estatales que no están disponibles para solteros. De una forma u otra, las razones por las cuales las personas se casan no son tan pocas.
Por amor
Con suerte, la razón más común para legitimar su relación es el sincero amor mutuo. Los jóvenes confían tanto en sus sentimientos que están listos para vivir juntos toda su vida, dar a luz a sus hijos y educar a sus nietos. Por supuesto, la unión puede separarse después de varios años, pero esto no significa que el motivo de la boda haya sido otra cosa. Solo los sentimientos a veces desaparecen
.Por cálculo
A menudo en la sociedad hay bodas de conveniencia. Entonces dicen cuando los cónyuges no experimentan el amor mutuo. Una de las mitades usa la otra por motivos egoístas. Por ejemplo, la pasión tiene un gran capital material o padres influyentes que pueden organizar una carrera para un nuevo miembro de la familia. Tales matrimonios pueden ser desiguales no solo en términos sociales y materiales, sino también en términos de edad, cuando los cónyuges tienen una diferencia de edad indecentemente grande. Sin embargo, en tales situaciones hay excepciones, pero es muy difícil creer que una joven se esté casando con un anciano por amor. La experiencia de vida sugiere: por cálculo.
Tal variante como un matrimonio ficticio también pertenece a la categoría de "calculado", pero aquí no es necesario que uno de los cónyuges posea un capital significativo. El matrimonio ficticio puede resolver el problema del registro de un emigrante que quiere permanecer en el país. Puede ser por el bien de la aprobación social, por ejemplo, en política, cuando es indecente que un candidato a diputado sea soltero; esto puede reducir su calificación electoral. La segunda mitad también obtiene sus ganancias: recompensa en efectivo o cualquier servicio.
Homenaje a las tradiciones.
Sucede que la gente se casa, porque "es necesario". Esto, de nuevo, es requerido por las normas sociales, las tradiciones, y es muy difícil resistirse a ellas, incluso si no hay un deseo significativo de casarse. La edad de las personas solteras, que se acerca a los 40 años, empuja al mismo pensamiento: es necesario. Debemos dar a luz a niños, debemos buscar la mitad, para no ser un anciano solitario e indefenso en la vejez. Aquí, el sentimiento de miedo a un futuro solitario se agrega al "must".