El protestantismo es una de las direcciones del cristianismo, que apareció en el siglo XVI. La base de la teología de los protestantes son varios dogmas, que son verdades indiscutibles del dogma. Hasta el día de hoy, estas verdades son aceptadas en toda la iglesia protestante.
Las verdades doctrinales básicas de los protestantes son varios principios que muestran las principales definiciones dogmáticas. Entonces, para los protestantes, solo el estudio de las Escrituras es importante. Ninguna otra fuente tiene autoridad, ya que existe el concepto de Sola scriptura, que en latín significa "solo escritura". La Biblia es una autoridad excepcional para los protestantes. Todas las tradiciones que no son parte de los textos sagrados de la Biblia son rechazadas.
Otro dogma del protestantismo puede llamarse la doctrina de que el hombre se salva solo por la fe. En la teología protestante, esta definición suena como Sola fide ("solo fe"). Esto es una indicación de que solo la fe puede exaltar a una persona a la vista de Dios. Es la fe la que profesa el protestantismo necesita. Además, la salvación de una persona depende solo de la fe, y no de los hechos. Las buenas acciones son las buenas prácticas habituales que no tienen sentido para llegar al paraíso.
De particular importancia en el dogma del protestantismo es la definición de la gracia divina. Es ella quien puede salvar al pecador, independientemente de su voluntad. La gracia es vista como un regalo inmerecido que Dios derrama sobre un creyente. En la teología protestante, este dogma suena como Sola gratia ("única gracia"). El resultado de esto en muchas variedades del protestantismo es la doctrina de la predestinación universal, según la cual Dios inicialmente determinó que algunas personas fueran salvadas y otras perecieran. Además, una persona ya no puede cambiar su destino.