Muchas personas ni siquiera saben acerca de sus talentos y habilidades. Y solo una feliz oportunidad sirve como impulso para la realización del potencial latente. El destino de Natalia Lapina evolucionó precisamente en este patrón.
Infancia difícil
Natalia Azarievna Lapina nació el 5 de agosto de 1963 en una familia soviética ordinaria. Los padres vivían en el famoso pueblo de Sormovo, que se encuentra cerca de Nizhny Novgorod. En aquellos días, esta ciudad se llamaba Gorki. Todos los familiares y vecinos trabajaban en un astillero local. El niño creció y se desarrolló en un ambiente creativo. Papá tocaba el piano y el acordeón de botones. Mentalmente cantó. Madre escribió poesía y cantó. Una niña de uñas jóvenes demostró habilidades vocales, pasos de baile fáciles de dominar y movimientos más complejos.
En la etapa inicial de su vida, la biografía de Natasha Lapina se desarrolló de acuerdo con el esquema estándar. En la escuela, la niña estudió bien. Participó activamente en la vida pública y el arte amateur. Ya en este momento, ella demostró excelentes habilidades vocales. Después de la escuela, ingresó a una escuela técnica y se educó como constructora de barcos. A donde ir Teníamos que ir a la fábrica.
Camino al escenario
Se puede decir que no fue casualidad que Natalya terminara en un restaurante donde los amigos de los muchachos tocaban la guitarra y tocaban el tambor. Ella trató de cantar una canción callejera, y el público achispado cayó en éxtasis. De hecho, esta actuación fue el comienzo de una carrera creativa.
Después de un rato, dejando a un lado todas las dudas, agitando la mano por el consejo de sus amigos, Lapina entró en la escuela de teatro local. En 1986, la joven actriz fue invitada a rodar la película "La vida de Klim Samghin". Este fue el primer trabajo en la profesión por el cual Natalia recibió un salario.
En 1989, Lapin fue invitado a servir en el Teatro Lensovet. Desde su ciudad natal, se mudó a Leningrado. Aquí, en poco tiempo, el Volzhanka descubrió cómo viven los actores de teatro y qué dificultades tienen que superar. La actriz texturizada y dinámica fue notada inmediatamente por los cineastas. No es ningún secreto que es imposible sentarse en dos sillas, y Lapina prefirió el set. Natalia hizo una apuesta seria por el éxito en la película "Island of the Dead Ships".