Las personas que usan drogas a menudo estropean la vida no solo de ellos y de sus seres queridos, sino incluso de sus vecinos en el rellano o en el porche. Sin embargo, puede resolver este problema simplemente llamando.
Manual de instrucciones
1
Si tiene motivos para creer que uno de sus vecinos no solo usa drogas, sino que también participa en su producción o distribución, puede informar sus sospechas llamando al Servicio Federal de Control de Drogas de su ciudad o llamando al "antidrogas" número 8-800-345-67-89.
2
Además, el sitio web tiene una recepción en Internet donde puede dejar su mensaje a través de Internet. Aquí puede proporcionar los datos de su pasaporte y declarar el hecho de la distribución de medicamentos de forma anónima, sin embargo, en el segundo caso, no podrá recibir una respuesta oficial a su apelación. Finalmente, puede enviar una carta en papel ordinaria al Servicio Federal de Control de Drogas o acudir a la recepción en persona.
3
También en Rusia hay numerosas asociaciones cívicas que luchan contra la propagación de estupefacientes. Por ejemplo, la Fundación Ciudad sin Drogas, fundada por el alcalde de Ekaterimburgo, también acepta las quejas de los ciudadanos sobre los hechos del tráfico de drogas en toda la Federación de Rusia. La recepción de llamadas se realiza tanto por teléfono como a través del sitio web del fondo.
4 4
En el caso de que los drogadictos que conoces no estén involucrados en la venta de sustancias narcóticas, sino que simplemente violen la paz pública, obligando a las personas a preocuparse por su seguridad, puedes contactar al departamento más cercano del interior o al oficial de policía local. Para hacer esto, no es necesario venir en persona y escribir una declaración, solo llame al centro de atención telefónica en el número 02 y quejarse de la violación de la orden.
5 5
Es posible que tenga que hacer algunas llamadas, ya que todos los equipos de policía pueden estar ocupados. Sin embargo, en la mayoría de los casos, esta medida es bastante efectiva. Como regla general, una visita de oficiales de policía a un departamento donde usan drogas regularmente es suficiente para que sus residentes dejen de molestar a los vecinos en el porche, eligiendo un lugar diferente para sus reuniones.