Los griegos pónticos son griegos étnicos que vinieron de la región de Pont, la región noreste de Asia Menor adyacente al Mar Negro (Pontus of Euxinus). Su nombre propio es Romanos. Los ideólogos del movimiento nacional, para distinguirse de los habitantes de Grecia continental, usan el nombre de Pontianos. Los turcos los llamaron Urumahs.
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Historia de los griegos pónticos
Los griegos han vivido en Asia Menor desde tiempos inmemoriales. Antes de que los otomanos conquistaran la península, los griegos eran uno de varios pueblos indígenas aquí. Los griegos crearon las ciudades de Esmirna, Sinop, Samsun, Trebisonda. Esta última en la Edad Media se convirtió en una importante ciudad comercial y la capital del Imperio Trebisonda.
Después de la conquista de Trebisonda por los turcos, su territorio se convirtió en parte del Puerto Luminoso. Los griegos en el Imperio Otomano eran una minoría nacional y religiosa. Algunos pontianos se convirtieron al Islam y adoptaron el idioma turco.
En 1878, los griegos fueron equiparados con los musulmanes. A principios del siglo XX, los sentimientos separatistas comenzaron a madurar entre los griegos pónticos. La idea de crear un estado griego en el territorio del Ponto fue popular entre la población.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, el gobierno turco comenzó a ver a los griegos pónticos como un elemento poco confiable. En 1916, ellos, junto con armenios y asirios, comenzaron a ser desalojados a las regiones internas del Imperio Otomano. El reasentamiento estuvo acompañado de masacres y robos. Este proceso a menudo se llama genocidio griego. Los rebeldes griegos comenzaron una lucha armada para crear un estado independiente.
Después de que las tropas turcas abandonaron Ponto, el poder en la región pasó a los griegos. Se formó un gobierno, dirigido por Chrysanthus Metropolitano. Después de la captura del área por las tropas turcas en 1918, comenzó el éxodo masivo de los griegos. Se enviaron refugiados a Transcaucasia (Armenia y Georgia), Grecia y Rusia.
Los restantes fueron reubicados en Grecia en 1923 como parte del Tratado de Paz de Lausana, que contenía un artículo sobre el intercambio de población greco-turca. Los pónticos griegos consideraban su partida forzada como un desastre nacional. Los musulmanes de los países balcánicos se establecieron en su lugar.