Muchos creyentes esperan especialmente la fiesta de la Entrada del Señor en Jerusalén. Esta celebración, también llamada Domingo de Ramos, está acompañada por la piadosa tradición eclesiástica de consagrar ramas de sauce.
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Consagración de sauce
Hay varias tradiciones en la Iglesia que se han extendido entre el pueblo ruso. Una de ellas es la consagración de sauces para la fiesta de la Entrada del Señor en Jerusalén en las iglesias ortodoxas.
Vale la pena señalar que el triunfo de la Entrada del Señor a Jerusalén no se reduce únicamente al lado práctico de la consagración de las ramas de un árbol, que se abre por primera vez en la primavera (sauce y sauce). La esencia principal de la celebración es el recuerdo de la procesión del Salvador para liberar el sufrimiento y la muerte a fin de salvar a una persona y reconciliarla con Dios. Por lo tanto, visitar iglesias únicamente para consagrar sauces no es correcto desde el punto de vista de la fe ortodoxa. La santificación del sauce no puede tener un significado místico especial, esta acción no debería ser un fin en sí mismo para el cristiano ortodoxo.
Cuando el Salvador entró en Jerusalén, se colocaron ramas de palmeras bajo los pies del Señor. En Rusia, los sauces han reemplazado a las palmeras. Este árbol se ha convertido en un símbolo de alegría espiritual y despertar, así como la naturaleza despierta a través de los capullos de sauce y sauce.
El sauce santificado es un santuario para los ortodoxos, un testimonio de la gracia de Dios enviada durante la santificación. Los creyentes mantienen estos santuarios durante un año, después de lo cual las ramas se queman o se insertan en el suelo en parcelas de jardín en un lugar que no es soportado por los pies.