Cualquiera de los residentes de ciudades grandes y pequeñas puede enfrentar robos en el transporte público. De lunes a viernes, los autobuses y los taxis de ruta fija se llenan al máximo, lo que simplifica la tarea para los atacantes, para quienes aplastar, condiciones ideales para robos. Al mismo tiempo, los llamados carteristas se vuelven más inventivos con el tiempo, y aquellos que quieran mantener sus billeteras intactas deben estar preparados para esto.
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Muchos de los que usan regularmente el transporte público ven el viaje como una oportunidad para pensar sobre temas urgentes o leer un libro. Son los pasajeros tan reflexivos los que con mayor frecuencia se convierten en víctimas de carteristas. Las personas distraídas de lo que está sucediendo pueden no notar el ligero toque del atacante. A veces, los ladrones empujan deliberadamente a un pasajero de pie de un lado para meterse silenciosa y rápidamente en un bolsillo de ropa exterior del otro.
Además, a menudo los propios pasajeros facilitan la tarea de los carteristas, dejando desabrochada la cremallera de la bolsa o sosteniendo una billetera en el bolsillo trasero del pantalón. Por lo tanto, un ladrón solo necesita acercarse al "botín" para recoger su billetera en silencio y rápidamente.
Pero las bolsas bien cerradas no protegerán a sus dueños de los carteristas. Los ladrones pueden hacer incisiones en la tela de la bolsa para extraer objetos de valor. Para hacer esto, usan cuchillos u otros objetos puntiagudos. Para estos fines, incluso se utilizan monedas con un borde afilado.
Debe recordarse que a menudo los carteristas actúan en pares. El papel de uno de ellos es atraer a la víctima con una conversación fácil, lo que permitirá que el segundo participante tome posesión de la billetera rápidamente. Por lo tanto, uno debe ser cauteloso si en el transporte público alguien busca persistentemente una conversación sobre cualquier tema.
Por lo tanto, para garantizar el viaje en transporte público, es necesario controlar dónde se encuentran los objetos de valor. Incluso los teléfonos más pequeños no deben guardarse en los bolsillos traseros de la ropa. El mejor lugar para una billetera y una celda es el bolsillo interior de una chaqueta o bolso. Además, las propias bolsas se seleccionan preferiblemente de materiales densos. Es mejor que la cremallera de la bolsa esté fijada con un remache adicional: cuantos más movimientos tenga que hacer para abrir la bolsa, mejor. Además, es aconsejable no perder el control sobre la situación mientras está en transporte público. Es poco probable que un ladrón se acerque a una persona que sostiene una bolsa cerca de él.