A pesar del hecho de que los precios bajos del petróleo son muy desventajosos para muchos países, las cotizaciones para el oro negro continúan presionando constantemente. Según los analistas, la razón principal de una caída tan fuerte fue la desaceleración de la economía en China, que hoy es el principal importador de petróleo. Sin embargo, la situación en el mercado petrolero se acerca a valores críticos. Estos precios tan bajos no son rentables para los Estados Unidos, necesitan petróleo caro para evitar quiebras masivas de compañías dedicadas a la producción de petróleo y gas de esquisto bituminoso.
Se ha invertido demasiado en la producción de petróleo y gas de esquisto bituminoso en los Estados Unidos. Se invirtieron fondos de compañías de pensiones y seguros, inversiones privadas y bancarias en la anunciada "revolución del esquisto".
La quiebra de las compañías de esquisto bituminoso puede causar un pánico masivo y una crisis en toda regla que afectará a casi todas las áreas de la economía estadounidense.
Washington está interesado en frenar la producción de petróleo, por lo que pueden apostar por un conflicto militar en alguna región productora de petróleo del mundo. Recordemos, al menos, cómo el bombardeo de Libia y el derrocamiento de Gadafi influyeron en los precios mundiales del petróleo: las cotizaciones aumentaron. Ahora puede repetir la historia y causar un conflicto militar, lo que conducirá a un colapso en las tasas de producción y la destrucción completa de la infraestructura existente.
En Iraq, la lucha civil se ha intensificado una vez más, y Arabia Saudita depende completamente de las exportaciones de petróleo.
Arabia Saudita, con la ayuda de bases militares estadounidenses, retiene una enorme corriente de refugiados del vecino Yemen, donde hay una situación crítica con alimentos y agua potable. En el norte, Arabia Saudita limita con un Irán hostil. En general, en cualquier momento puede estallar un conflicto militar, lo que es beneficioso para Washington.
Durante décadas, Arabia Saudita y Estados Unidos han sido fuertes aliados en el mercado petrolero. Sin embargo, ahora, al parecer, su confrontación está comenzando, lo que muy pronto afectará a los mercados bursátiles estadounidenses.
Demasiado está en juego. Se han invertido enormes cantidades de dinero en compañías estadounidenses de esquisto bituminoso, y hoy los inversores están sufriendo enormes pérdidas. Solo una cosa puede salvar la inminente catástrofe económica: eliminar a la competencia a cualquier costo en el mercado energético, hasta una confrontación militar a gran escala.