Las ferias y festividades son una parte integral del patrimonio cultural y la historia de cualquier estado. Se generalizaron a principios de los siglos XIII-XIV, cuando el comercio entre ciudades y estados vecinos ganó impulso y exigió una demostración de bienes. Además del comercio, las ferias brindaban la oportunidad de intercambiar experiencias y conocimientos, además de ser entretenidas por naturaleza y ser un lugar de festivales folclóricos.
Historia de la aparición de ferias.
La formación y desarrollo de ferias tiene una larga historia. Inicialmente, las ferias contribuyeron a la fundación de nuevos asentamientos y ciudades, ya que estaban ubicadas en la intersección de las principales rutas comerciales y carreteras. Parte de los ingresos de la venta se destinó a la construcción de instalaciones urbanas y al desarrollo de la infraestructura de la ciudad.
El desarrollo de actividades justas, además de la formación de ciudades, contribuyó a la aparición de mercados y bazares, componentes económicos importantes del comercio exitoso. También contribuyó a la aparición de escuelas de artesanía, como El maestro, que recibió el reconocimiento popular en la feria, tenía derecho a reclutar y capacitar a los estudiantes.
El período principal en el desarrollo de las ferias es el siglo XII-XIII. En este momento, el comercio justo estaba muy extendido en Europa, Asia y Oriente Medio. Inicialmente, fueron programados para fiestas religiosas, pero ya en la Edad Media, las ferias alcanzaron un nuevo nivel y comenzaron a encarnar el evento más importante en la vida de la ciudad. Durante la feria, comerciantes, artesanos, comerciantes, artistas itinerantes, adivinos, músicos, etc. se reunieron en la ciudad. Una gran cantidad de visitantes contribuyó al desarrollo económico y turístico de la ciudad, y también durante mucho tiempo la convirtió en un lugar de festivales folclóricos y entretenimiento.