Cualquier enfermedad perturba a una persona. Una enfermedad grave asociada con la intervención quirúrgica, lo que da lugar a una sensación de indefensión frente al destino, lo que hace que uno recurra a Dios en busca de ayuda.
No hay una oración especial para una operación quirúrgica, pero un cristiano puede y debe prepararse para tal evento.
Que traer al hospital
El cristiano debe recordar: la enfermedad es enviada por Dios precisamente para que una persona pueda distraerse del alboroto cotidiano y pensar en lo eterno. Así es como uno debería percibir su condición. Muy a menudo, una persona moderna no tiene tiempo suficiente para leer el Evangelio, las obras de los Padres de la Iglesia, otros libros de contenido espiritual y reflexionar con calma sobre lo que leen. La enfermedad brinda esa oportunidad, y debemos aprovecharla.
De los libros necesitas tomar un pequeño libro de oraciones, el Evangelio o algún libro de contenido espiritual que solo quieras leer en este momento, que quisieras estudiar en detalle antes, pero no hubo tiempo. Si una persona nunca ha confesado antes, la mejor opción sería un libro que explique cómo prepararse para una confesión.
Puede tomar un ícono pequeño, por ejemplo, un almacén con la imagen del Salvador y la Madre de Dios o el ícono de su santo. Al mismo tiempo, debe tratar adecuadamente el icono, como un objeto sagrado necesario para la oración, y no como un "talismán" llamado a "proteger". Si no se le permitió llevar el ícono al hospital, no debe preocuparse: puede rezar sin él.