No hay duda de que todos conocen el violín. El estuche refinado, el sonido suave y clásico hace que el violín sea el más atractivo de todo el grupo de instrumentos de cuerda y arco. Tiene cuatro cuerdas y, a pesar de que todos los violines son iguales, su timbre puede ser completamente diferente. Muy a menudo esto se debe a diferencias en los materiales.
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Hay violines altos y soprano, instrumentos que tocan en registros bajos y altos, respectivamente. Además, los violines pueden estar hechos de madera, los llamados violines acústicos, y pueden estar hechos de metal o, en casos extremos, de plástico, electro-violines.
Los violines, así como los pianos, funcionan igual de bien tanto en conjunto como en solista, por lo tanto, hay un número incalculable de piezas para violines, y se siguen creando.
Según algunas fuentes, el fidel español es considerado el progenitor del violín. Otros recursos dicen que sus antepasados fueron el rebab árabe y el kobyz kazajo. Primero, estos instrumentos formaron la llamada "viola", de donde proviene el nombre latino del violín - "violín". Los violines se usan ampliamente (como un instrumento popular) en Rumania, Ucrania y Bielorrusia.
Los mejores violines del mundo son los violines del gran y talentoso maestro italiano - Stradivari, o más bien el llamado "período de oro" de su obra - finales del siglo XVII - principios del siglo XVIII. Los violines que creó sonaban tan mágicos e inusuales que sus contemporáneos hablaron de que vendió su alma al diablo. Se sabe que Stradivari creó alrededor de 1000 violines, pero solo unos 600 violines del gran maestro han sobrevivido hasta nuestros días, cada uno con un costo de uno a tres millones de euros.
Algunos datos interesantes Albert Einstein una vez actuó en una taberna, tocando el violín. Un periodista que siguió esto y después de descubrir el nombre de este artista escribió una nota al respecto en el periódico. Einstein se lo dejó a sí mismo y les dijo a todos que era un violinista, no un gran científico. También hay una leyenda que mientras pintaba Mona Lisa, Leonardo Da Vinci ordenó tocar los violines. Se cree que su sonrisa es un reflejo de la música.