La actriz soviética y rusa, conocida por sus papeles en películas populares, Irina Metlitskaya, murió temprano. Ella murió a los 35 años. La bella y al mismo tiempo triste mirada de la actriz siempre fascinó al espectador, pero una enfermedad grave no le dio la oportunidad de seguir viviendo y creando.
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Años de infancia
El 5 de octubre de 1961 en la ciudad de Severodvinsk, región de Arkhangelsk, nació Irina Metlitskaya. Tuvo que sobrevivir al divorcio de sus padres y al traslado con su madre a Minsk. Allí, la niña se gradúa de la escuela secundaria. En ese momento, Irina mostró un interés genuino en la física y las matemáticas.
Según la madre, en el colectivo, la hija se comportó de manera independiente y no participó en las actividades escolares. Ella prefería estudiar ciencias naturales a sus compañeros. Es probable que esta actitud de Irina pueda explicarse completamente por la forma de vida nómada que tuvo que llevar: durante 8 años su madre alquiló apartamentos uno por uno.
Primera experiencia cinematográfica
Por casualidad, el director soviético Igor Dobrolyubov llegó a su clase. Estaba buscando chicos interesantes para un papel en la película "Programa para el día después de mañana", que hablaba sobre la vida cotidiana de los estudiantes de una institución física y matemática.
Irina inmediatamente me llamó la atención. Entre sus pares, se destacó por su apariencia brillante y su mirada seria a lo largo de los años. Le ofrecieron interpretar el papel de Katie Shumeyko, y la futura actriz estuvo de acuerdo.
Este incidente predeterminó aún más el destino creativo. Habiendo ingresado en la escuela especial de física y matemáticas, Irina estudió solo un año y fue a Moscú para conquistar el Olimpo en funciones. Entró en la escuela Shchukin, donde estudió con Yevgeny Dvorzhetsky y Elena Kazarinova.
Escenario teatral y cine en la vida de Metlitskaya
Metlitskaya se gradúa exitosamente de la universidad y continúa intentando actuar en la compañía del Teatro Sovremennik, donde se matriculó en su cuarto año. El teatro le dio muchos papeles memorables en producciones bien conocidas: The Steep Route, The Little Devil, Stars in the Morning Sky. Fue notada por Oleg Tabakov y luego por Roman Viktyuk, en quien brilló en las actuaciones de Lolita y Madame Butterfly a principios de los 90.
Junto con el teatro, el cine también entró firmemente en la vida de la actriz. En su filmografía, hay una serie de películas famosas: "El archivo personal del juez Ivanova", "No está sujeto a divulgación", "Rescate", "Alegría terrenal". El drama "Doll" (1988) es una pintura especial para Metlitskaya. Fue la imagen de la maestra de clase la que se convirtió para la actriz en el primer papel principal en varios años.