El bautismo del bebé es uno de los grandes sacramentos de la Iglesia ortodoxa. Hay muchos consejos sobre cómo realizar la ceremonia de manera adecuada, y aun así, para no dañar al niño y crear condiciones muy favorables para su vida y bienestar futuros. Algunos de ellos son ciertamente ciertos, pero parte de la iglesia no solo es negada, sino también condenada.
Para los padres del niño que deciden realizar el sacramento del bautismo del bebé, tal vez la tarea principal es elegir al abogado de la madrina y el padrino. Hasta el mismo día de la ceremonia bautismal para una niña, a menudo surge la pregunta de si su madrina debería ser una mujer casada o no.
Tradicionalmente cree que la madrina debe ser elegida entre solitarios. Existe una creencia: si la madrina no está casada, luego de la ceremonia se encontrará con su amor tan esperado. Pero si una niña, desafortunadamente, no puede quedar embarazada por mucho tiempo e inesperadamente adquiere el estatus de madrina, pronto ella misma podrá disfrutar de la maternidad.
Si el padrino lleva la vida mundana del niño, entonces la madrina está llamada a guiarlo espiritualmente: fue ella quien trajo al bebé al templo, ella lo educa en fe y pureza.
Elección difícil
Para elegir a una niña para el papel de madrina, puede recurrir al sacerdote puesto en la dignidad o simplemente a un sacerdote experimentado. Muy a menudo, una semana antes del bautizo, los sacerdotes hablan sobre el sacramento en sí, sobre las cosas que deben adquirirse y sobre el importante papel y la misión que tienen los nuevos padres elegidos. Al final, lo más importante al elegir una madrina no es en absoluto la cuestión de su estatus en la sociedad, sino el tema de la religión. Es importante que la madrina sea fiel y bautizada.
La madrina está obligada a comprar un icono de un santo con el nombre de una niña y una tela especial, que se llama Crimea. El mejor kryzhma será una tela blanca completamente nueva, que simboliza la pureza de una niña. Se cree que en el futuro la madre de este bebé lo almacenará cuidadosamente y no se lo mostrará a nadie.
El niño puede ser bautizado después de 8 días desde el nacimiento, pero es importante tener en cuenta que la mujer que dio a luz no puede ingresar a la iglesia durante 40 días desde el nacimiento.