"No beber agua de la cara" es una expresión figurativa que se usa en ruso para enfatizar la baja importancia del atractivo externo de una persona en una situación dada, por ejemplo, para la vida familiar.
El origen de la expresión.
La versión principal del origen de este proverbio se debe al hecho de que en la familia tradicional rusa se solía dar gran importancia al proceso de comer alimentos o líquidos. Por lo tanto, si los platos destinados a la comida o bebida se agrietaron o recibieron otras lesiones, beberlos o comerlos se consideró un mal presagio.
La aparición de la expresión "No beber agua de la cara" se basó en una analogía entre una persona y los platos, que, al igual que otros elementos de riqueza material, era muy valorada en las familias rusas predominantemente pobres. En aquellos días, la medicina no estaba muy desarrollada, por lo que las personas comunes a menudo sufrían de diversas enfermedades, incluida la viruela, que después de la recuperación dejó cicatrices notables en la cara de una persona enferma. Además, la caza y el trabajo de campo a menudo causaron lesiones faciales, después de lo cual quedaron marcas.
Por lo tanto, la expresión "No beber agua de la cara" tenía como objetivo enfatizar que, durante una estadía prolongada, la belleza de la cara, que a menudo se interpretaba simplemente como la ausencia de marcas pronunciadas después de una enfermedad o lesión, no tiene tanta importancia como la integridad de los platos destinados a beber.