La Edad Media es una de las épocas más oscuras y trágicas de la historia de la humanidad. Para esos tiempos difíciles, hubo una lucha feroz característica contra el disenso, que a veces tomó las formas más siniestras. Los tribunales de la Santa Inquisición hicieron un uso extensivo de la tortura sofisticada en su práctica, rompiendo la voluntad de los acusados y paralizando a los desafortunados. Una de esas torturas es la llamada bota española.
Instrumento sofisticado de tortura
La monstruosa tortura de la Inquisición ganó gran popularidad en los países de la Europa medieval. Tormento especialmente severo trajo "bota española". Como su nombre lo indica, este procedimiento se inventó en España, pero posteriormente se usó en otros países, incluidos Alemania, Francia, Inglaterra e incluso Rusia.
La "bota española" fue utilizada a menudo por los gendarmes reales y los verdugos fascistas.
La "bota española" fue inventada por las astutas figuras de la Inquisición española, que fueron muy ingeniosas. La tarea era simple: crear una herramienta bajo la cual el acusado de herejía perdería su voluntad, se volviera obediente y complaciente. El nombre del inventor específico de esta monstruosa construcción seguía siendo desconocido.
La historia apenas ha conservado información detallada sobre cómo la tortura tuvo lugar en las mazmorras de la Santa Inquisición. Los nombres de las víctimas y verdugos a menudo siguen siendo un misterio. Los Santos Padres eran personas prudentes y no querían dejar rastros de tortura y represalias posteriores. Los materiales que indicaban el reconocimiento del acusado generalmente se destruían después del interrogatorio y la ejecución, y las personas solo fueron informadas de que el acusado se declaró culpable.